La economía rusa muestra signos de recuperación tras un año de recesión debido a las consecuencias de la guerra en Ucrania y creció un 4,8% en el segundo trimestre del año, según informó este lunes el Banco Central.
Tras una contracción del 1,8% en los primeros tres meses de 2023, la entidad emisora pronostica un crecimiento del 3,6 % en el tercer trimestre y un 1,5%, en el cuarto y último.
Por ello, la economía nacional podría salir oficialmente de la recesión en octubre pese a que Rusia sigue siendo objeto de sanciones internacionales por su intervención militar en el país vecino.
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El banco también ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para este año, que oscilan entre el 1,5% y el 2,5%, lo que coincide con las predicciones del Gobierno y el Kremlin.
Esta tendencia al crecimiento se ralentizará en 2024 y 2025, según el informe del Banco Central.
El presidente ruso, Vladímir Putin, que prolongó recientemente por dos años la prohibición de exportar e importar ciertos productos, ha reconocido que las sanciones internacionales tendrán un impacto a medio plazo en la economía.
El Producto Interior Bruto ruso cayó un 2,1% en 2022, mucho mejor resultado de lo previsto por expertos locales e internacionales.
EFE