El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este martes que el Fondo Monetario Internacional (FMI) “se equivocará” en todas sus afirmaciones sobre las perspectivas económicas y de crecimiento de Brasil para el año en curso.
Al desestimar así los pronósticos del FMI, el mandatario sostuvo que su país tiene todas las condiciones para crecer por encima del 2 por ciento que se vaticina para los próximos ejercicios fiscales, un ritmo promedio similar al que ha venido desarrollando en las últimas décadas.
De acuerdo al presidente brasileño, “la gente se va a sorprender con Brasil. El FMI va a equivocarse en todas las afirmaciones sobre el PIB (Producto Interno Bruto), no van a tener razón, porque Brasil va a crecer de manera sólida, confiable. Y más importante que solo crecer, es que vamos a tener un crecimiento distributivo”.
En los últimos meses, el FMI ha ajustado al alza su estimación de crecimiento de la economía brasileña y la proyección más reciente indica un aumento del 2,1 por ciento en 2023.
El FMI fue sorprendido este año especialmente por el desempeño del país en el primer trimestre, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) brasileño creció 1,9 por ciento, impulsado por el desempeño de los agronegocios.
Incluso con el ajuste, las proyecciones del Ministerio de Hacienda siguen siendo más optimistas que las del FMI. La carpeta pronostica que la economía del país avanzará 2,5 por ciento este año.
“Estuve en Hiroshima y allí conocí a la directora gerente del FMI [Kristalina Georgiev]. Y yo le dije: Brasil te va a sorprender, es mejor no citar números de Brasil, porque te vas a sorprender, y Brasil va a crecer más que la proyección del FMI”, completó Lula.
Un mensaje que repitió en su cuenta oficial de Twitter, donde añadió: “Vamos a cosechar mucho en nuestro país porque estamos sembrando muchas cosas buenas. Brasil volverá a crecer y la vida mejorará”.
En su más reciente informe sobre perspectivas económicas, el FMI estimó que en 2023 Brasil crecerá al 2,1 por ciento, mientras que en 2024 la nación suramericana tendría una desaceleración y registraría un alza del PIB del 1,2 por ciento.