El patrullero Anderson Javier Gil, de 32 años, quien trabajaba en la estación de Policía de la localidad bogotana de Fontibón, se quitó la vida al sentirse acorralado por la justicia, acusado de violar a una menor de edad.
El agente había sido arrestado por la Sijin por abuso sexual a una menor de 14 años.
El uniformado, angustiado por su inminente captura, desarmó a uno de sus compañeros en cuestión de segundos y puso fin a su vida repentinamente. Así lo dio a conocer Lina Robles en Publimetro.
La Fiscalía ha realizado la inspección de los hechos y hasta el momento la Policía no ha emitido ningún pronunciamiento.