El director ejecutivo de la Asociación Nacional de Bebidas Refrescantes (Anber), Carlos Palumbo, ha explicado que el volumen de refrescos ilegales que ingresan al país desde Colombia, a través de los estados Zulia y Táchira, ya es equivalente al tamaño de cada una de las principales empresas fabricantes del país.
Esta situación pone en riesgo más de 6.500 puestos de trabajo directos y más de 32.500 puestos de trabajo indirectos que genera la industria nacional de refrescos en toda su cadena de valor. Además, amenaza la salud de los consumidores y destruye el aparato productivo del país.
Según el representante de Anber, actualmente ingresan al país más de 2.100.000 cajas de refrescos ilegales mensualmente, sin cumplir con los controles y normas sanitarias, de etiquetado y de metrología. Estos productos no contribuyen con el pago de impuestos nacionales y municipales, como lo hace la industria formal. Se trata de productos que compiten deslealmente, poniendo en riesgo la viabilidad económica y continuidad operativa de las empresas nacionales.
El contrabando de productos fabricados por Postobón en Colombia, en la actualidad, equivale a un actor más de la industria nacional de refrescos. Este fenómeno ha venido creciendo a un ritmo muy importante y se proyecta que en los próximos meses se convierta en el actor más relevante del mercado, desplazando a la industria nacional formal.
En el estado Zulia, el 43% de los refrescos ilegales que se consumen en los hogares zulianos representan casi la mitad del mercado de refrescos. Por tanto, es necesario tomar medidas urgentes para evitar que acaben con la industria nacional.
Para Anber, deben existir importaciones complementarias sobre aquellos rubros que no se produzcan en el país o que su producción sea insuficiente, pero no se puede permitir que acaben con la industria nacional. Es necesario que la importación de refrescos cumpla con las normas sanitarias, de etiquetado y de metrología, además de pagar aranceles e impuestos que paga la industria nacional, para competir en igualdad de condiciones.
El contrabando es un problema con implicaciones económicas, productivas y de salud pública que requiere atención inmediata. Se deben articular esfuerzos entre ambos lados de la frontera para combatir este fenómeno y promover el intercambio comercial y el desarrollo.
Es importante que los consumidores aprendan a identificar un producto de contrabando versus un producto nacional legal. El producto de contrabando no presenta el Código del Registro de Control de Productos Envasados (CPE), emitido por el órgano competente en metrología, ni el número de registro sanitario emitido por el Ministerio de Salud. Además, dice que es un producto fabricado en Colombia por Postobón, S.A.
Por su parte, el producto nacional legal exhibe el Código del Registro de Control de Productos Envasados (CPE), emitido por el órgano competente en metrología, y dice que es producto registrado en el Ministerio de Salud bajo el N° correspondiente. También presenta el nombre y domicilio del productor o fabricante y lugar de producción o fabricación.
Desde Anber reconocen los esfuerzos del Ejecutivo Nacional tras el anuncio de la creación del Estado Mayor contra el contrabando y solicitan la materialización de esta iniciativa cuanto antes, así como la garantía del ordenamiento jurídico venezolano aplicable a los productos de importación y la prohibición y decomiso de productos que hayan ingresado ilícitamente al mercado venezolano, que atentan contra la industria nacional y ponen en riesgo la salud de los consumidores.
Las empresas afiliadas a Anber han ejercido acciones legales ante las distintas instancias competentes para hacer cumplir el ordenamiento jurídico que rige la materia. Además, ratifican su compromiso de trabajar de forma conjunta con las autoridades para fortalecer la producción nacional y garantizar el derecho que tienen los venezolanos a consumir productos de calidad, en estricto cumplimiento de las normas sanitarias, de metrología y tributarias, siempre en igualdad de condiciones con los distintos competidores del mercado.