La injerencia extranjera en la Amazonía, las estrategias contra el crimen organizado y el desarrollo sostenible de esta región fueron los temas principales discutidos por los presidentes y ministros delegados de los países miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) en el primer día de la Cumbre Amazónica.
La IV cumbre presidencial de la OTCA, que incluye a Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, se lleva a cabo en la ciudad brasileña de Belém los días 8 y 9 de agosto.
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, afirmó que la Amazonía debe generar empleo y riqueza para sus habitantes y no ser un santuario natural intocable, en vísperas de la Cumbre Amazónica. Según él, millones de amazonenses desean vivir bien, trabajar, alimentarse y tener acceso a lo que producen, además de querer preservar la región como fuente de aprendizaje científico para todo el mundo. Su objetivo es encontrar una forma de preservar la Amazonía y al mismo tiempo obtener beneficios económicos para que las personas que viven allí tengan una vida digna.
En contra de la injerencia extranjera, el presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció que Estados Unidos y Europa buscan apoderarse de la Amazonía mediante la instalación de bases militares y organizaciones no gubernamentales (ONG). Según él, la Amazonía alberga recursos estratégicos y es una fuente importante de agua dulce y minerales. Arce alertó sobre la instalación de bases militares en la región y en la Amazonía, y también mencionó la preocupante presencia de Europa y su intención de controlar la Amazonía a través de las ONG. El mandatario boliviano no acepta estas formas encubiertas de querer controlar la región y llamó la atención sobre la creciente presencia de China y Rusia en la región amazónica.
La Cumbre Amazónica continuará abordando estos temas y se espera que se lleguen a acuerdos y estrategias para proteger la Amazonía y promover su desarrollo sostenible.