La moneda rusa se acercó este viernes a la barrera psicológica de los 100 rublos por dólar en la Bolsa de Moscú pese a las medidas introducidas por el Banco Central para frenar su devaluación.
El rublo alcanzó el viernes en el parqué moscovita las 99,28 unidades por dólar estadounidense, la cifra más baja desde finales de marzo de 2022.
Su cotización fue 1,82 rublos mayor que la registrada la víspera al cierre de los mercados bursátiles en este país.
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El punto más bajo de la divisa rusa se alcanzó el 11 de marzo de 2022, dos semanas después del inicio de la guerra en Ucrania, cuando cayó a 120 rublos por dólar estadounidense.
Además, el rublo también siguió debilitándose frente al euro, ya que en la bolsa se cotizó a 190,1 rublos por cada moneda europea, su punto más bajo desde el 23 de marzo del pasado año.
El rublo no ha dejado de depreciarse desde que el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, protagonizara el pasado 23-24 de junio una fallida rebelión armada.
Con todo, el vicepresidente del Banco Central de Rusia (BCR), Alexéi Zabotkin, aseguró este viernes que la entidad emisora no ve riesgo para la estabilidad financiera, aunque no descartó un subida de los intereses debido al aumento de la inflación.
El rublo, que ya cayó un 7,7% en julio en comparación con el mes anterior, se ha devaluado un 26,4% durante los primeros siete meses de este año.
La tendencia a la baja del rublo no se vio revertida por la decisión esta semana del BCR de suspender desde el 10 de agosto la compra de divisas en el mercado interno para “reducir la volatilidad de los mercados financieros”.
El BCR insistió hoy en que el principal factor de la caída del rublo sigue siendo el desequilibrio en la balanza comercial, resaltando que el valor de las exportaciones se ha reducido en un tercio desde la segunda mitad de 2022.
Precisamente, en diciembre de 2022 es cuando las potencias occidentales impusieron un tope de 60 dólares al precio del petróleo ruso.
Las sanciones occidentales redujeron notablemente los ingresos por la exportación de hidrocarburos -el gas cuesta diez veces menos que el pasado año-, mientras las importaciones se acercan a los niveles anteriores al inicio de la contienda.
En particular, las importaciones rusas de China superaron por primera vez en julio a las exportaciones, lo que también ha dejado su impronta en la devaluación de la moneda.
Además, los rusos están demandando más divisa extranjera tanto debido a las vacaciones estivales como la incertidumbre económica y geopolítica, lo mismo que ocurre con los empresarios occidentales que venden sus negocios en Rusia.
EFE