El presidente colombiano, Gustavo Petro, fue criticado este jueves por su imprecisión en cuanto a los objetivos y alcance del proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. Petro anunció públicamente que comenzaría la renegociación del TLC durante una reunión con cafeteros en Pitalito, sin dar detalles específicos.
Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), señaló que revisar el TLC, firmado en 2012, es diferente a renegociarlo, como afirma el presidente. Díaz Molina advirtió que renegociar el TLC en un ambiente proteccionista como el de Estados Unidos probablemente no sea favorable para los intereses colombianos.
María Claudia Lacouture, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), destacó que una renegociación del TLC requiere la voluntad de ambos gobiernos y la aprobación del Congreso de Estados Unidos. Lacouture señaló que, teniendo en cuenta las elecciones próximas en Estados Unidos y los temas de política interna, no parece haber interés en renegociar con Colombia, pero sí en revisar el acuerdo.
Lacouture recordó que desde la negociación del TLC, ambos gobiernos establecieron mecanismos de revisión para abordar diferencias que surjan entre las partes a través de la Comisión Administradora del TLC. Sin embargo, también se acordó que no se pueden hacer cambios en cuanto a tiempos, montos y porcentajes para subir aranceles. Solo si las diferencias no se solucionan en la Comisión, se puede considerar una renegociación, un proceso más complejo que debe tener en cuenta el principio de reciprocidad.
El embajador encargado de Estados Unidos en Bogotá, Francisco Palmieri, resumió el TLC como un acuerdo beneficioso para ambas partes.
Según Lacouture, si Colombia busca aumentar aranceles, Estados Unidos puede pedir lo mismo para productos colombianos, lo cual puede ser arriesgado para las empresas nacionales. Además, un aumento en los aranceles a productos importados de Estados Unidos podría generar un incremento de precios y afectar la lucha contra la inflación.
En su discurso, Petro mencionó el maíz como uno de los productos que quiere cambiar, alegando que el TLC prohíbe su siembra en Colombia. Sin embargo, el exministro de Agricultura Andrés Valencia afirmó que esto no es cierto y presentó datos que demuestran que se siembran gran cantidad de hectáreas de maíz en el país. Además, el 40% del maíz importado este año proviene de los países del Mercosur, no de Estados Unidos.
En conclusión, la renegociación del TLC con Estados Unidos planteada por el presidente Petro ha generado críticas por la falta de claridad en los objetivos y el riesgo que esto implica para los intereses colombianos. La revisión del acuerdo es posible, pero una renegociación sería más complicada y requeriría la voluntad de ambos gobiernos y la aprobación del Congreso de Estados Unidos. Además, se deben considerar los posibles efectos negativos, como aumentos de aranceles y precios.