La empresa estatal venezolana PDVSA no ha logrado detener los derrames de petróleo o la quema de gas, a pesar de las promesas incipientes del gobierno de Nicolás Maduro de limpiar el medio ambiente, según personas dentro de la compañía, fuentes de la industria y un documento interno visto por Reuters. Los fracasos de PDVSA en el ámbito ambiental subrayan cómo la falta de personal e inversión, derivada de la crisis económica de Venezuela y las sanciones estadounidenses, está afectando no solo su producción y finanzas, sino también a las comunidades donde opera, según analistas de la industria y ambientalistas.
Mientras que la compañía busca aumentar la producción este año, los residentes y activistas denuncian derrames y contaminación cada vez peores en el Lago de Maracaibo, en el noroeste del país, y un aumento en la quema de gas en Monagas, en el extremo opuesto, lo que afecta la salud humana, la vida silvestre y los ecosistemas.
El gobierno de Maduro se comprometió en julio a limpiar el Lago de Maracaibo, citando lo que él llamó “desbordamientos de petróleo”, y también tiene planes a largo plazo para capturar gas en Monagas, según una fuente de la empresa con conocimiento del proyecto. Sin embargo, los esfuerzos actuales no abordan los derrames y las quemas, como un plan para sembrar cinco millones de plantas de merey en áreas petroleras, que no tiene inversiones ni plazos establecidos.
Según el analista Nelson Hernández, reparar las viejas tuberías y otros equipos que filtran crudo en el Lago de Maracaibo y la instalación de la tecnología necesaria para reducir la quema en Monagas costaría más de 3.000 millones de dólares.
El ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, Pedro Tellechea, ha instado recientemente al desarrollo de una industria de hidrocarburos más ecológica y ha afirmado que hasta ahora ha habido “casi cero” derrames en el Lago de Maracaibo. Sin embargo, muchos creen que esto no es cierto y que las manchas de petróleo son resultado de fugas anteriores y que las tuberías están siendo reparadas o reemplazadas.
Incluso mientras PDVSA busca aumentar la producción a 1 millón de barriles de petróleo por día para fin de año, la compañía no tiene planes para abordar las preocupaciones ambientales en todo el país, según un documento visto por Reuters. En julio, PDVSA publicó un informe en su sitio web que detallaba unos 11.492 derrames en 2017, pero el documento fue retirado rápidamente. Sin embargo, el informe del año anterior, que contabiliza más de 8.000 derrames, sigue estando disponible. Según exempleados de PDVSA, al menos 200.000 barriles de petróleo se han filtrado en Venezuela en los últimos años.
Mientras tanto, la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela afirma que el plan de contingencia de PDVSA contra derrames no se está implementando correctamente.
La falta de mantenimiento y planes de contingencia de PDVSA son anteriores a las sanciones impuestas por Estados Unidos, a pesar de que Maduro culpa a Washington por el estado de la industria petrolera de Venezuela. En Monagas, PDVSA ventila y quema alrededor de 1.700 millones de pies cúbicos de gas al día que no puede procesar, lo que genera una nube de vapores que tiñe de rojo el cielo nocturno. Además, también ha habido derrames de petróleo en la comunidad de Potrerito, cerca de las instalaciones de PDVSA en Monagas.
En Amuay, la mayor refinería de Venezuela, hay una quema diaria de 24 millones de pies cúbicos de gas que no puede procesar debido a la paralización de algunas unidades clave. Además, el crudo que se utiliza en la refinería se filtra en el mar a través de fisuras en un oleoducto submarino, afectando a la fauna marina, la pesca y los pescadores.
Venezuela fue el decimoséptimo mayor emisor de metano por quema y fugas en 2022, según la Agencia Internacional de Energía. El metano es un potente gas de efecto invernadero y los científicos advierten sobre su impacto en el calentamiento global. Además, la presencia de mercurio en los cetáceos de la zona, posiblemente debido a la contaminación por petróleo, podría representar un riesgo para la salud de los lugareños que cazan y consumen delfines y peces.
En resumen, los problemas ambientales de PDVSA en Venezuela continúan agravándose debido a la falta de personal e inversión, lo que afecta tanto a la producción y finanzas de la compañía como a las comunidades donde opera. Aunque el gobierno de Maduro ha prometido realizar acciones de limpieza, hasta ahora no ha cumplido con estas promesas. La falta de mantenimiento y planes de contingencia de PDVSA es un problema anterior a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Los derrames de petróleo y la quema de gas tienen graves consecuencias para la salud humana, la vida silvestre y los ecosistemas en el Lago de Maracaibo y Monagas. Es necesario tomar medidas urgentes para abordar estos problemas y proteger el medio ambiente en Venezuela.