El gigante inmobiliario chino Evergrande ha solicitado recientemente la protección de la ley de quiebras de Estados Unidos para hacer frente a su grave situación financiera y evitar el embargo de sus activos, según informes de medios estadounidenses recogidos por el diario chino Caijing.
La compañía se ha acogido al capítulo 15 del código de bancarrota estadounidense, que permite a las empresas extranjeras en proceso de reestructuración suspender los pagos de sus deudas internacionales en Estados Unidos.
La solicitud se ha presentado ante un tribunal de Nueva York, donde Evergrande tiene una subsidiaria llamada Tianji Holdings, que también ha solicitado la protección del capítulo 15.
Evergrande ha estado tratando de negociar un plan de reestructuración con sus acreedores durante meses para intentar salir a flote.
Sus deudores están convocados a una reunión con la compañía los próximos días 23 y 24 de agosto, durante la cual votarán sobre el plan de reestructuración propuesto para su deuda offshore de casi 20.000 millones de dólares (unos 18.000 millones de euros).
En 2021, Evergrande anunció pérdidas netas atribuidas de 476.035 millones de yuanes (66.409 millones de dólares, 59.051 millones de euros) y de 105.914 millones de yuanes (14.775 millones de dólares, 13.138 millones de euros) en 2022.
En 2022, la empresa tuvo una facturación de 230.067 millones de yuanes (32.084 millones de dólares, 28.529 millones de euros), lo que representa una caída de casi el 8% en comparación con 2021 y de cerca del 55% en comparación con 2020, su último ejercicio antes de entrar en crisis.
La cotización de Evergrande en la Bolsa de Hong Kong lleva congelada desde el 21 de marzo de 2022, aunque algunas de sus subsidiarias han reanudado la negociación de sus acciones en las últimas semanas.
Este año, Evergrande reveló que necesitará una financiación adicional de hasta 300.000 millones de yuanes (41.840 millones de dólares, 37.208 millones de euros) para cumplir con su objetivo de garantizar la entrega de propiedades ya vendidas sobre plano, en línea con los deseos del Gobierno chino.
La situación financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que en agosto de 2020, Pekín anunciara restricciones al acceso a financiación bancaria para las promotoras que, al igual que Evergrande, habían acumulado un alto nivel de deuda apoyando durante años su crecimiento en políticas de apalancamiento agresivas.
EFE