El líder político, Antonio Ledezma, negó este lunes haber llamado a “una rebelión militar” de cara a las elecciones opositoras.
Cabe destacar que el político exiliado en España se preguntó en un video publicado en su cuenta X: “¿Es rebelión militar ir a Valera, Maracaibo, Tucupido (…) a pedirle a la gente que se meta en unas elecciones primarias?” señaló.
“Cuando María Corina Machado y quienes las respaldamos promovemos primarias y decimos hasta el final y que no nos vamos a dejar someter a las reglas de juego caprichosas y arbitrarias de quienes desgobiernan el país, ¿eso es rebelión y conspiración? ¿Que hablemos con militares es rebelión?, preguntó Ledezma”.
Ledezma negó haber llamado a una rebelión militar. Además, aseguró que sacaron de contexto sus declaraciones.
Asimismo, insistió que la petición a los militares es a que “se atengan a sus deberes constitucionales”.
En respuesta a una “versión descontextualizada” de una entrevista, el político dijo que petición a los militares es a que “se atengan a sus deberes constitucionales”.
Las polémicas declaraciones de Ledezma
Por otra parte, en una entrevista, el político venezolano afirmó que la “única manera” de garantizar la inscripción de María Corina Machado en las elecciones presidenciales es ejerciendo la “desobediencia civil”.
“La única manera de poder llevar adelante la inscripción de una mujer (María Corina Machado) que está siendo vetada por el régimen (chavista) es poniendo en marcha la desobediencia civil”, dijo Ledezma en una reciente entrevista.
Cabe destacar que en la misma entrevista Ledezma afirmó que la oposición venezolana respalda la candidatura de María Corina Machado. Agregó que la coordinadora de Vente Venezuela está “hablando” con militares activos y retirados.
Sin embargo, matizó que estas conversaciones no suponen una “conspiración” contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
“Sí, están hablando con militares (…) Eso es normal, eso no es conspiración, no hay conspiración”, agregó el opositor.
Por otra parte, explicó que les solicitaron a estos militares que no revelen sus nombres y que acudan “disfrazados” a las reuniones presenciales.