El economista Asdrúbal Oliveros ha señalado que Ecoanalítica ha estimado una tasa de crecimiento anual del país que va desde casi cero en los escenarios más pesimistas hasta un rango más optimista de incremento en torno al 3%.
En sus redes sociales, Oliveros ha indicado que la economía venezolana experimentó cierto crecimiento, pero se contrajo en el primer semestre de este año en comparación con el mismo período del año 2022, cuando creció un 17%.
Sin embargo, ha señalado que en líneas generales podría haber una leve mejora de la economía con respecto al primer semestre, como apunta cierta recuperación de las ventas comerciales que se han registrado recientemente.
El gasto público del Gobierno, que podría aumentar por la mejora del flujo de los ingresos petroleros, será crucial en definir el futuro económico, según Oliveros. Otro factor relevante es la desaceleración de la variación de precios en dólares, que se ha reducido en casi un 30% en los últimos 7 meses.
El crecimiento económico de Venezuela es triplemente desigual, según el economista. Primero, se concentra en un nicho que ha dolarizado sus ingresos y que trabaja principalmente en el sector privado, por cuenta propia o depende de remesas o economías ilícitas. Segundo, beneficia solo a ciertos sectores económicos ligados al comercio, servicios, alimentos, salud y actividades conexas. Tercero, beneficia solo a ciertas regiones, principalmente la región central y las grandes ciudades. Es una desigualdad social, sectorial y territorial.
Oliveros ha dicho que es probable que se vea una aceleración de la tasa de cambio, que podría cerrar en 62 bolívares por dólar para finales de año, y un aumento de la inflación.
Ante esta situación económica, Oliveros ofrece cinco puntos para poder sobrellevarla en el segundo semestre de 2023 sin morir en el intento:
1. Desarrollar una estrategia ambidiestra: aprovechar la leve recuperación para tener una estrategia comercial más agresiva y a la vez, afianzar la estrategia financiera para proteger el negocio de la devaluación e inflación.
2. Adoptar una posición conservadora en inventario: cuidar las previsiones de inventario para evitar excesos y reducir riesgos.
3. Optimizar la estructura de costos y asegurar precios competitivos: buscar reducir gastos para ofrecer precios más competitivos ante la caída del consumo y el deteriorado poder adquisitivo de los venezolanos.
4. Repensar el portafolio de productos: estudiar la rotación de productos y la demanda para priorizar los más exitosos y considerar cómo abaratar su producción, atendiendo un gran mercado pobre pero con muchas necesidades.
5. Atender la sensibilidad de la demanda: analizar el comportamiento del mercado para adaptar estrategias y productos según las necesidades de los consumidores, especialmente en contextos de desaceleración económica o crisis.