La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha presentado un plan de respuesta y acción preventiva por valor de 36,9 millones de dólares para reducir el impacto del fenómeno meteorológico conocido como “El Niño” en América Latina. Este plan tiene como objetivo brindar apoyo a 1.160.000 personas que viven en áreas vulnerables al cambio climático en Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú y Venezuela.
El plan, presentado en el Mes de la Asistencia Humanitaria, se suma a las medidas que la FAO ya está implementando desde junio para reducir los impactos de “El Niño” en la agricultura y la seguridad alimentaria, así como para construir resiliencia. La iniciativa busca ampliar estas intervenciones y fortalecer la seguridad alimentaria de las poblaciones afectadas.
La situación en América Latina y el Caribe requiere una respuesta conjunta y urgente. Por ello, la FAO insta a los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado a unirse para proteger la seguridad alimentaria y los medios de vida de las familias rurales más vulnerables ante la amenaza que representa “El Niño”. Estos esfuerzos no solo disminuirán el impacto de este fenómeno, sino que también ayudarán a enfrentar el cambio climático y la variabilidad climática que afecta a la región.
El plan propone medidas como la entrega de semillas resistentes a la sequía, apoyo para la captación y manejo de agua, asistencia en efectivo, capacitaciones en gestión de recursos hídricos y acciones para proteger el ganado, la pesca artesanal y los cultivos. Además, forma parte de un llamado global que busca recaudar fondos para hacer frente a “El Niño” e incluye a países de otras regiones, como África y Asia Pacífico, con el objetivo de movilizar 88,9 millones de dólares para asistir a aproximadamente 2.600.000 personas.
Según el Reporte Global de Crisis Alimentarias, en 2022 alrededor de 17,8 millones de habitantes de Latinoamérica experimentaron niveles de inseguridad alimentaria aguda en niveles de “crisis” o “emergencia”. Este tipo de inseguridad alimentaria aguda ha aumentado en la región y está relacionado con el deterioro de los medios de vida y la vulnerabilidad de la población rural. Por lo tanto, cualquier impacto adicional debido a “El Niño” tendrá consecuencias devastadoras.
EFE