La economía venezolana está sufriendo las consecuencias de medidas erróneas que han afectado negativamente a los ciudadanos, especialmente a los más necesitados. La situación es tan difícil que los precios están por las nubes, tanto en bolívares como en dólares.
Así lo afirma el economista José Antonio Medina, miembro de la firma Ecoanalítica. En una entrevista con Radio fe y Alegría, Medina señaló que en el último mes (julio) hubo una menor inflación en dólares, pero al convertir los precios a bolívares, estos siguieron aumentando. Este fenómeno lleva meses arrastrándose.
“En julio de 2023 registramos que ha sido el mes con menor inflación en dólares desde que comenzamos el registro”, expresó Medina. En las últimas seis semanas, los precios en divisas han disminuido ligeramente, pero siguen siendo negativos en general.
En comparación con el año 2022, donde el aumento de precios en dólares superaba el 3%, en 2023 apenas llega al 1%. Esto se debe a la caída en el consumo y la demanda que se ha observado este año.
Estos datos coinciden con los del Cendas-FVM, que determinó que en julio el costo de la Canasta Alimentaria Familiar fue de 502 dólares, pero aumentó a más de 15.000 bolívares.
Los expertos comparan los precios en dólares de los productos en Estados Unidos y otros países, destacando que en Venezuela son más caros. Esto se debe a que los empresarios no quieren arriesgarse a perder dinero, sobre todo porque necesitan reponer inventario.
Según el experto, hay dos factores importantes que influyen en esta situación. En primer lugar, Venezuela es un país sustancialmente caro y ha aumentado su costo en los últimos años. En segundo lugar, la coyuntura del 2023 ha llevado a una gran desaceleración en el consumo.
Las empresas se enfrentan a un posible aumento adicional de los precios, lo cual podría tener un gran impacto en sus ventas. De hecho, el índice de ventas comerciales entre enero y julio ha caído un 7% en comparación con el año pasado.
Incluso, las cifras de importaciones en los primeros seis meses de este año son menores que las del 2022 en el mismo período. Se espera que en el segundo semestre haya una recuperación comparada con lo visto hasta ahora, aunque la demanda se ha ralentizado mucho.
En resumen, la baja en las ventas y el consumo tienen a las empresas en una situación difícil. La economía venezolana se ha encarecido tanto en bolívares como en dólares, y los ciudadanos están sufriendo las consecuencias.