Luis Vicente León cree que este acuerdo puede redundar en beneficios para la coalición con miras a las presidenciales
La alianza entre Henrique Capriles y Manuel Rosales, lejos de ser vista como “un negocio” para perjudicar a María Corina Machado, como afirma Diosdado Cabello, es más una acción que busca levantar interés en las primarias y marcar una especie de rumbo para la oposición, de cara a las presidenciales.
Por ello, el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, cree que ese “apoyo” de Rosales al exgobernador de Miranda es más “la antesala de un acuerdo político, dentro de la oposición institucional”.
A través de sus redes sociales, detalló lo que, a su juicio, se persigue con esta alianza:
Aprovechando las maquinarias
En primer lugar, destaca que se quiere “aprovechar las fuerzas organizativas de los partidos con estructuras nacionales y sus gobernadores y alcaldes para movilizar votos en las primarias que compensen las diferencias actuales en preferencia electoral”.
“En un evento de participación baja a moderada, esta estrategia podría ser importante en los resultados electorales, aunque no garantiza su éxito frente a diferencias muy elevadas que deben buscar los aliados cerrar en campaña”, explicó León.
En segundo lugar, el experto en opinión pública sostiene que “señalar hacia dónde se moverán los partidos principales de la oposición, en el caso de que el candidato ganador de las primarias esté inhabilitado al momento de su de inscripción”, es otro elemento a destacar.
En este caso, señala que “se buscará su sustitución dentro de los acuerdos que se están estableciendo ahora y los que se desarrollarán post primarias”.
Para LVL, lo que queda claro “es que intentan evitar a toda costa cualquier llamado a la abstención o intento de uso de la tesis de gran elector (que alguien pueda nombrar candidato a dedo), acciones que los partidos institucionales rechazarán abiertamente”.
Evita descalabros internos
En tercer término, esta alianza permite “garantizar que la oposición institucional no se vea desplazada internamente (en el control de la coalición) por las fuerzas aglutinadas alrededor de los candidatos radicales”.
Así las cosas, león pon el énfasis en que “la unión previa de estos partidos enfrentará con mucha más potencia y fuerza los intentos de desplazamiento con los que sus adversarios internos les ha amenazado”.
Finalmente, piensa que se trata de “una alianza racional y predecible para los líderes y partidos que requieren cooperar para defenderse”.
Aunque, aclara que “es temprano para predecir si esta estrategia será exitosa, pero sin duda es la correcta para este grupo y eleva sus posibilidades en una campaña que parecía dominada por una sola fuerza”.