Bajo una lluvia de flores, un fuerte sentimiento patriota y una serie de actividades que incluyeron bailes, desfiles militares y una misa, el pueblo de Maracaibo recibió al Libertador el 31 de agosto. Este día, en 1821, después de la victoria en la Batalla de Carabobo, Simón Bolívar ingresó a Maracaibo por primera vez.
Proveniente del puerto de Moporo, llegó a las orillas maracuchas durante la noche, justo el mismo día en que se proclamaba la Constitución de la Gran Colombia, surgida del Congreso de Angostura en 1819.
Durante su estancia, se hospedó en la llamada Casa Fuerte, residencia de algunos familiares, ubicada en la esquina de las calles Urdaneta y Bolívar, donde actualmente se encuentra el edificio principal del Banco de Venezuela.
Una vez en tierra zuliana, el Libertador emitió una proclama destinada a contrarrestar el intento de rebeldía del general José Antonio Páez.
En las dos visitas que realizó el Genio de América a Maracaibo, causó gran revuelo entre sus seguidores, especialmente entre las mujeres zulianas, quienes siempre le pedían que saliera al balcón de la Casa Fuerte para saludarlo.
Bolívar decidió, junto con la propuesta del general Rafael Urdaneta, unir la autoridad política, administrativa y militar. El 16 de septiembre ordenó la creación de una jurisdicción militar especial que incluía a Coro, Trujillo, Mérida y Maracaibo como sedes, todo bajo el mando de Urdaneta.