Nicolás Maduro planea continuar en el poder más allá del 2030 y, por esta razón, ha enfocado sus promesas en la recuperación del país para la próxima década.
Durante una actividad en Barquisimeto, estado Lara, Maduro ordenó la creación de un fondo administrado por el Banco Bicentenario de 165 millones de bolívares, con el objetivo de impulsar la producción venezolana.
Además, anunció que este nuevo fondo de financiamiento será rotativo y permanente, con facilidades de acceso y pago. Esto significa que cada vez que se agote el dinero, se renovará para seguir prestando en dicho fondo.
Maduro afirmó en su discurso televisado: “Fondo de financiamiento para campesinos, productores del campo, mares y ríos, fondo 2030 porque hacia allá vamos en la tarea de la Venezuela potencia”.
Por otro lado, resaltó que la cartera crediticia de Venezuela ha crecido un 23% en toda la economía. Sin embargo, señaló que a pesar de estar en una fase de recuperación después de una guerra inclemente, sucia y perversa contra los trabajadores y empleados, aún queda mucho por hacer y crecer.
También aseguró que el Estado cumple el papel de garante y promotor de todos los actores económicos. Ante las críticas de la ultraderecha de que se privatizará todo y desaparecerá el Estado, Maduro enfatizó la importancia de fortalecer y hacer más eficiente al Estado venezolano para conectarlo con las necesidades de la sociedad.
En otro orden de ideas, Maduro anunció que enviará al gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, a Arabia Saudita para llevar a cabo una misión especial relacionada con la producción de alimentos.
Para finalizar, Maduro juramentó el Consejo Nacional de Tierras, con el fin de avanzar en el programa vital 2030+. Durante esta actividad, prometió producir alimentos en cada hectárea de tierra en el país, como frijoles, caraotas, lentejas, arroz, maíz amarillo, maíz blanco, soya, pollo, huevos, carne, leche, cabra, puerco y pescado fresco para el consumo venezolano.
En conclusión, Maduro se comprometió a lograr la soberanía alimentaria y convertir a Venezuela en una potencia exportadora de alimentos para el año 2030.