“La felicidad es recibir una mano… y en muchos casos, todo el cuerpo también” – Joey Adams.
Invité a cuatro amigos a adivinar cuánto recibió de bono Elly De La Cruz de los Rojos.
El que estuvo más bajo dijo cuatro millones quinientos mil, el más alto, siete millones. Esos son los bonos de hoy en día y no siempre son para fenómenos reales, como este joven.
El bono de De La Cruz, si pueden creerlo, fue apenas de sesenta y cinco mil dólares.
Algo salió mal para la familia, “se aprovecharon de la ocasión”, de gente humilde, de Sabana Grande de Boyá, poco informados, y les hicieron creer que era una cantidad extraordinaria.
Lamentablemente, no existen leyes para estos casos. Lo que se aprueba se considera correcto… pero muchas veces no lo es.
A Kevin Maitán le dieron los Dodgers dos millones doscientos mil dólares como bono en 2016.
Después de seis temporadas en las ligas menores, lo dejaron en libertad y se refugió en una Liga Independiente, donde tuvo pocos turnos y nuevamente quedó libre.
De La Cruz, en su primer año como jugador de las Grandes Ligas, por supuesto, cobra el salario mínimo, setecientos veinte mil dólares por temporada.
Pero el joven de veintiún años es una promesa sin límites. Hace todo bien en el campo y también cosas que sorprenden a las multitudes.
Como robarse tres bases en una entrada, algo que solo se ha logrado 55 veces en los 153 años de las Grandes Ligas, solo 15 veces desde 1961 y solo cuatro veces por los Rojos, incluso Elly el ocho de julio. Hacía 104 años, desde 1919, que ningún jugador del equipo de Cincinnati se robaba tres bases en una misma entrada. Aquella vez fue Greasy Nealy.
Robar cualquier base es difícil. No menos de cuatro jugadores intentan evitarlo, mientras el corredor está solo, depende de una buena salida, la velocidad de las piernas y el deslizamiento adecuado.
Ahora, robarse el home es otra cosa. En esa aventura hay que hacer funcionar muchos detalles juntos en solo segundos. Hay que ser aventurero y valiente, además de salir a tiempo, correr bien y hacer el deslizamiento necesario.
Pero los muy celebrados tres robos de De La Cruz fueron solo una parte más de su gran campaña inicial en su carrera. Desde su debut ha demostrado habilidades extraordinarias para el juego. Su brazo es tan fuerte como educado y tiene muy buenas manos. Su ofensiva no es de las mejores, pero sí respetable, tanto en promedio como en jonrones.
En el béisbol son muy pocos los que tienen las condiciones especiales para las Grandes Ligas, por lo que cuando aparece alguien como Elly, se le considera un tesoro.
Cuando llegue el momento del arbitraje y la agencia libre, será un multimillonario merecido.