Las empresas de automoción han disminuido un 22% el traslado de sus procesos operativos, como la fabricación de piezas de vehículos, a países extranjeros en los últimos dos años, liderados por los fabricantes europeos, donde esta tendencia se ha reducido en un 25% desde 2021.
Según un informe de la consultora tecnológica Capgemini publicado este lunes, las compañías de países de la región Asia-Pacífico rebajaron sus adquisiciones en el extranjero un 20%, mientras que en Estados Unidos cayó un 18%.
En esta línea, las empresas del sector prevén una reducción del 19% de este tipo de compras deslocalizadas hasta 2025, a medida que aumente la producción de vehículos eléctricos y se reubique la fabricación de componentes electrónicos clave.
De esta forma, los fabricantes apuestan por la creación de nuevas cadenas de suministro para semiconductores y sensores, con el objetivo de alejarse de la dependencia de China, Taiwán, Japón y Corea del Sur, principales proveedores de estos componentes.
También es importante la provisión de materias primas para baterías de vehículos eléctricos, que los fabricantes de equipos originales (OEM) se han garantizado para un promedio de tres años.
Inseguridad en la cadena de suministros
En este sentido, solo la mitad de los OEM considera “seguro” el actual suministro de semiconductores, que son clave al aumentar un 51% el valor medio de los vehículos en los últimos dos años y estar capacitados para hacerlo crecer otro 46% entre 2023 y 2025.
Precisamente, los OEM sufrieron una perdida de ingresos del 60% en 2022, a raíz de la escasez de semiconductores, por lo que, además de nuevas cadenas de suministro, trabajan en la creación de inventarios, solución que, según el informe, puede conllevar a “efectos negativos sobre el bienestar operativo y financiero de las organizaciones automovilísticas”.
Por otro lado, el 53% de los encuestados asegura que cuenta con una cadena de suministros inteligente madura, que permite la toma de decisiones basadas en datos y la integración de tecnologías más reciente, como la inteligencia artificial y el análisis de datos.
Así, las empresas automovilísticas se sienten más seguras para hacer frente a futuras interrupciones de la cadena de suministro, tras haber reducido los pedidos pendientes en un 61% y prever un descenso adicional del 39% para el próximo año.