La moneda rusa se ha depreciado 4,1 rublos por cada dólar desde mediados de agosto, cuando el Banco Central de Rusia (BCR) decidió subir los intereses en 350 puntos para frenar el desplome de la divisa nacional.
Según informó el BCR, el rublo se cotizará el miércoles a 97,5 rublos por cada moneda estadounidense, cuando el 19 de mayo se vendía a 93,4 rublos.
Desde entonces, la divisa rusa no ha dejado de depreciarse gradualmente, lo que ha llevado a los expertos a pronosticar que rebasará de nuevo los 100 rublos como el pasado 14 de agosto.
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Al día siguiente el banco decidió subir las tasas de interés, aunque el impacto de dicha medida duró apenas tres días.
La entidad emisora celebrará el 15 de septiembre una nueva reunión en la que podría elevar de nuevo las tasas ante el temor de que se repita la suspensión de pagos de hace 25 años (1998).
El vicepresidente del BCR, Alexéi Zabotkin, subrayó hoy que ahora mismo en la depreciación del rublo influye principalmente el alza de las importaciones y apenas el aumento de los precios del petróleo.
Hace dos semanas el presidente ruso, Vladímir Putin, llamó al Gobierno y al BCR a utilizar más activamente los instrumentos en su poder para frenar la inestabilidad financiera causada por la devaluación del rublo, golpeado por las sanciones internacionales y el desequilibrio de la balanza comercial debido a la guerra en Ucrania.
Según la prensa local, los rusos han comenzado a ahorrar en el consumo de productos básicos ante la subida de la inflación y el encarecimiento de los precios.
Debido a la inestabilidad política, al aumento del coste de las importaciones, la drástica caída de las exportaciones y las sanciones occidentales por la guerra, el rublo se ha devaluado casi un 50% desde mediados de 2022.
Asimismo, el rublo no ha dejado de depreciarse desde que el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, que falleció el pasado 23 de agosto, protagonizara dos meses antes una fallida rebelión armada.
EFE