El gobierno argentino ha restablecido el “dólar soja” este martes, un tipo de cambio que permite a los exportadores agroindustriales obtener una tasa de cambio más alta que la oficial para incentivar la liquidación de sus ventas en medio de la escasez de divisas en el país sudamericano.
A través de un decreto publicado en el Boletín Oficial, el Ejecutivo ha restablecido la cuarta edición del “programa de incremento exportador” que se inició en septiembre de 2022. Este programa permite a los exportadores ingresar el 75% de las divisas al tipo de cambio oficial mayorista, a 350 pesos por dólar, y el 25% restante será de “libre disponibilidad”.
Esto implica un tipo de cambio de alrededor de 450 pesos por dólar, es decir, unos 100 pesos por encima del tipo de cambio oficial, ya que el 25% de “libre disponibilidad” se negociará al tipo de cambio financiero conocido como “contado con liquidación”, que actualmente está alrededor de los 770 pesos por dólar.
El programa, que se basa en la necesidad de “continuar implementando políticas que fortalezcan las reservas del Banco Central argentino”, estará vigente hasta el 30 de septiembre y su adhesión es voluntaria.
Esta es la cuarta edición del “dólar soja”, que en su primera edición en septiembre de 2022 permitió liquidar más de 7.765 millones de dólares; en la segunda edición en diciembre de 2022, 3.155 millones; y en la tercera edición, entre abril y mayo pasados, 5.110 millones de dólares.
La necesidad de permitir un tipo de cambio superior al oficial se debe a que Argentina aplica fuertes restricciones para el acceso al mercado cambiario, lo que provoca la proliferación de tipos de cambio alternativos que tienen un valor equivalente al doble del tipo de cambio oficial defendido por el Banco Central.
Esta brecha cambiaria incentiva la subfacturación de exportaciones, la sobrefacturación de importaciones y también impide al país acumular reservas, las cuales se encuentran en niveles netos negativos.
Ante estas medidas, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) ha recomendado a los productores asociados que “comercialicen lo mínimo necesario para saldar los compromisos asumidos”, calificando las medidas como “intervencionistas” y generadoras de inestabilidad en el mercado, con un propósito recaudatorio sin tener en cuenta las consecuencias.
EFE