La agencia de calificación de riesgo Moody’s ha afirmado que el plan para refinanciar la deuda interna de El Salvador con los bancos locales, que asciende a unos 2.700 millones de dólares, es “negativo” para las instituciones financieras, según una publicación en su sitio web consultada por EFE.
Según la agencia, el plan es negativo desde el punto de vista crediticio para los bancos, ya que ampliará su exposición al elevado riesgo de crédito de El Salvador. Sin embargo, desde el punto de vista crediticio del Estado, es neutral.
El Ministerio de Hacienda de El Salvador ha aceptado la propuesta de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa) para reperfilar la deuda de corto plazo, aunque no se conoce el detalle del plan.
De acuerdo con Moody’s, este plan busca permitir a los bancos refinanciar las letras y certificados del tesoro público de corto plazo en letras del Tesoro a más largo plazo y llevarlos a vencimientos de hasta siete años.
Según la agencia, el objetivo del plan es desarrollar los mercados de capitales del país y aliviar las presiones de refinanciación y liquidez del Estado. Sin embargo, advierte que el aumento de las tenencias de títulos del Estado por parte de los bancos, que ahora ascienden a alrededor de 2.700 millones de dólares, frente a los aproximadamente 900 millones anteriores a la pandemia, amplifica los riesgos de liquidez del Gobierno y la capacidad de los bancos para absorber cantidades adicionales.
Moody’s señala que en abril de 2023, las tenencias de valores públicos de los bancos alcanzaron un récord del 114% de los fondos propios de todo el sistema, frente a una media del 40% en 2019. Esta alta concentración en deuda pública y su refinanciación en bonos a más largo plazo afectaría negativamente a la flexibilidad financiera de los bancos y aumentaría la vulnerabilidad del sistema al riesgo asociado a un soberano con calificación Caa3.
La agencia calificadora destaca que la exposición a títulos Caa3 de calidad especulativa a más largo plazo aumenta las interrelaciones directas entre la solvencia de los bancos y la del soberano.
EFE