El ex presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, reiteró este martes que el beso a la jugadora Jenni Hermoso “fue consentido”, “mutuo” y sin ninguna connotación sexual.
“Fue un acto mutuo, ella vino hacia mí muy feliz. Ella me levantó, me levantó en el aire… Ambos estábamos emocionados”, afirmó Rubiales este martes en una entrevista con el programa de televisión británico Piers Morgan Uncensored.
“Tuve una conversación rápida con ella. Nos felicitamos. Le di un beso rápido. Le pregunté ‘¿puedo darte un ‘piquito’ rápido?’, algo normal en nuestro país”, añadió Rubiales en esta entrevista.
“Creo que me dio una o dos palmaditas en el costado, se reía y eso fue todo. No fue intencionado. No había connotación sexual de ningún tipo, solo fue un momento de felicidad, la gran alegría del momento”, explicó Rubiales.
El ex presidente de la RFEF causó sorpresa e indignación general cuando el pasado 20 de agosto besó en la boca a la jugadora Jenni Hermoso en la entrega de medallas del Mundial de Australia, tras la victoria de España.
Su acción, junto a sus gestos en el palco llevándose la mano a los genitales, y su posterior negativa a dimitir cinco días después en una asamblea de la RFEF, llevaron a su suspensión por parte de la FIFA durante 90 días.
Simultáneamente, la justicia deportiva española le abrió un expediente y un juez de la Audiencia Nacional, principal instancia penal en España, le citó a declarar el viernes en una investigación por un presunto delito de agresión sexual.
“Esto ha resultado ser una bola de nieve creada con argumentos espurios. Mis intenciones eran nobles, 100% no sexuales, 100%, repito 100%”, insistió Rubiales, en la que también habló de su dimisión, que anunció el domingo.
El ex presidente de la RFEF justificó sus abrazos y su efusividad afirmando que “creo que los latinos, por una cuestión cultural, somos más de tocarnos, es bastante normal en un mundo latino entre chicos y chicas”.
Rubiales admitió sentirse “avergonzado” por su comportamiento en el palco del estadio de Sídney, junto a la Reina Letizia, y respecto al beso insistió en que “cometí un error y me disculpé de manera sincera”.
“Un presidente puede dar un abrazo, pero tiene que actuar de manera más diplomática y fría”, añadió.
Rubiales, quien rechazó que haya ejercido ninguna presión sobre Hermoso, insistió en que “tengo plena confianza en que la verdad saldrá a la luz y todo estará aclarado”.