Una familia colombo-venezolana es acusada por Estados Unidos de financiar a un grupo terrorista Hezbolá.
El comerciante Samer Akil Rada y su familia quedaron en la mira de las autoridades estadounidenses por el supuesto apoyo al terrorismo y por envíos de cocaína al país.
“Participé en el negocio familiar desde los 9 años, mis días transcurrían siempre del colegio al negocio. Mi padre siempre decía ‘vamos… hay que ayudar’, ese era su lema. Y luego de ir al negocio iba a la casa para hacer las tareas”, señaló Akil Rada como el inicio de su vida en los negocios.
Por otra parte, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos puso en evidencia a Akil Rada tras mostrar apoyo en las redes sociales al grupo terrorista Hezbolá, también conocido como Partido de Dios.
Familia colombo-venezolana acusada de financiar a un grupo terrorista
De acuerdo con ese organismo, “los tres familiares se convirtieron en pieza clave de la financiación y las actividades de Hezbolá en este lado del planeta, a través de movimientos financieros que incluían exportaciones de carbón vegetal desde Colombia hacia Líbano, lavado de activos y tráfico de sustancias ilegales”.
Además, las autoridades señalaron que el hermano de Samer, Ahmer Mohammed Akil Rada, es el líder del grupo y presunto responsable de un ataque terrorista en 1994, el cual mató a 85 personas.
Medios como Infobae, citando fuentes expertas en seguridad, señalaron que los hermanos Akil Rada hacen parte de una familia libanesa que migró inicialmente hacia la Costa Caribe de Colombia y luego se instaló en Venezuela.
Asimismo, destacaron que Samer también sería “miembro activo de Hezbolá”. Además, habría participado en la financiación del grupo, no solo a través de actividades relacionadas con el tráfico de drogas, sino también a través de la firma en la que tiene el cargo de gerente general y CEO, BCI Technologies.