En Gente del Petróleo y Unapetrol consideramos de suma importancia que los venezolanos conozcan la historia de Citgo como empresa venezolana, para comprender la situación real que vive esta corporación.
Cuando se nacionalizó el petróleo en 1976, uno de los problemas fundamentales a resolver fue el mercadeo de los crudos pesados.
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En 1982, Pdvsa inició la exitosa política de Internacionalización, que consistía en comprar refinerías en el extranjero para facilitar la difícil colocación de crudos pesados.
El crudo fluiría desde los pozos en Venezuela, hasta las refinerías en el extranjero y de allí, directamente a los centros de consumo más importantes del mundo occidental.
Entre las instalaciones adquiridas estaba Citgo en Estados Unidos. Un conjunto de refinerías, terminales y centros de distribución que servían a miles de gasolineras.
Para el 2005 Citgo poseía 8 refinerías, 60 terminales y una red de distribución conformada por casi 15.000 estaciones de servicio, más del 10 % del mercado norteamericano.
Además, tenía contratos por más de 1 millón de barriles diarios por diez años. Con gran visión y éxito gerencial Pdvsa se posicionaba en el difícil y atractivo mercado norteamericano.
En el año 2006, el gobierno de Chávez, ejerciendo su plan de destrucción de Pdvsa y del país, vendió buena parte de Citgo.
Su gobierno no consideraba estratégicas las refinerías en el extranjero. Realmente no les interesaba una Pdvsa de primer mundo y en el primer mundo, sino una en vías de extinción como la que padecemos.
Debido a ese procedimiento irracional Citgo comenzó a funcionar al ritmo de la decadente Pdvsa revolucionaria.
En el año 2016, la revolución utilizó a Citgo como caja chica, al igual que había hecho por años con Pdvsa en Venezuela. La empresa se endeudó, y le enviaron al gobierno venezolano, bajo la figura de dividendos sin haber obtenido ganancias para soportar esos dividendos, 2.200 millones de dólares, que vaya usted a saber en qué se gastaron y además contribuyeron a debilitar a la empresa.
Como si fuera poco, la revolución ofreció a Citgo como garantía ante un préstamo ruso y unos bonos emitidos por Pdvsa. Casi se pierde Citgo en manos de los deudores y de la proverbial ineficiencia del régimen.
Por razones políticas conocidas, Citgo pasó a manos de Pdvsa ad hoc en 2019. Venezolanos capaces, con experiencia y una honestidad a toda prueba comenzaron su recuperación. Bajo su nueva gerencia Citgo empezó a revertir sus nefastos resultados a pesar de los problemas ambientales y la pandemia.
Gracias a la sana administración de Pdvsa ad hoc desde 2019, el valor de Citgo se multiplicó casi por tres, de 4.000 a 11.000 millones de dólares, e incrementó su capacidad de procesamiento al porcentaje récord en su historia de 97%.
Sin embargo, algunas empresas expropiadas por el régimen, cuyos dueños no fueron compensados (confiscadas), han acudido a los tribunales norteamericanos y están autorizadas a partir de octubre, a comenzar procesos de embargo contra las acciones de Citgo que detenta Pdvsa.
Ante esta situación Pdvsa ad hoc, está intentando negociar las deudas para salvar la empresa de esas demandas, que se estima crezcan con el tiempo y en ese sentido apeló ante la Corte Suprema de Justicia de EEUU la decisión del tribunal de Delaware.
Con mucho pesar Gente del Petróleo y Unapetrol reconocen que Citgo está en riesgo de perderse por deudas contraídas irresponsablemente por la revolución.
Los venezolanos tenemos que entender que Citgo es importante para el futuro de la industria petrolera para la colocación de nuestros crudos pesados y para país, y si la perdemos, los únicos culpables serán los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, por haber confiscado a empresas y emitido bonos de deuda poniendo a Citgo como garantía.
Con la esperanza de que los esfuerzos en tribunales de Pdvsa ad hoc rindan sus frutos y se pueda solventar este problema legal que se cierne sobre Citgo, tenemos el deber de continuar buscando fórmulas y de seguir trabajando acertadamente para lograr su salvación.