Frecuentemente, en las conversaciones sobre récords imbatibles en una temporada de Grandes Ligas, se mencionan los logros más importantes, como los 56 juegos consecutivos con al menos un imparable de Joe Dimaggio en 1941 con los Yanquis, los dos no hit no run consecutivos de Johnny Vander Meer con los Rojos de Cincinnati en 1938, las 130 estafas de Rickey Henderson con los Atléticos en 1982, las 191 carreras empujadas de Jack Wilson con los Cachorros en 1930 y los 262 hits que Ichiro Suzuki conectó con los Marineros en 2004.
Sin embargo, muy pocos mencionan dos marcas absolutas en el ámbito del relevo que están cumpliendo 15 años en estos días y que pertenecen al caraqueño Francisco Rodríguez.
Durante la temporada de 2008, la séptima de las 16 temporadas que Rodríguez lanzó en Grandes Ligas con cinco equipos diferentes, se convirtió en el único relevista en la historia en superar la barrera de los sesenta rescates. En 69 oportunidades de salvar, cifra máxima en la historia, estableció un récord de 62 salvamentos.
Solamente el puertorriqueño Edwin Díaz ha intentado acercarse al récord de Rodríguez en los últimos años. Hace cinco temporadas, en 2018, con los Marineros, salvó 57 juegos en 61 oportunidades de rescate.
La evolución de este récord se dio el 11 de septiembre de 2008, en Anaheim, cuando Rodríguez alcanzó la marca de 57 salvamentos, igualando el récord impuesto por Bobby Thigpen, de los Medias Blancas, en 1990. Dos días después, el 13 de septiembre, en el mismo escenario y contra el mismo rival (Marineros), se convirtió en el cerrador con más salvamentos en una temporada al llegar a 58.
El sábado 20 de septiembre, en Texas, frente a los Rangers, inscribió su nombre como el primer y único taponero con 60 salvamentos, y el miércoles 24 de septiembre de 2008 estableció el récord absoluto de juegos salvados al llegar a 62.
Ese día, los Angelinos vencieron 6-5 a los Marineros. K-Rod enfrentó a cuatro rivales: ponchó a Raúl Ibáñez, dominó a José Celestino López con un globo al centro, permitió un hit de Jeremy Reed y obligó a Tug Hullet a elevar al left.