José Miguel Cabrera y su histórica temporada de la Triple Corona
¿Cuántas veces hemos leído o escuchado que batear es lo más difícil en cualquier deporte? Pero también, ¿cuántas veces nos hemos maravillado y asombrado de manera genuina por la facilidad con la que José Miguel Cabrera se ha desempeñado en el plato por más de dos décadas?
La temporada 2012 de las Grandes Ligas guarda un espacio especial en la vida de todos los amantes de la pelota y por supuesto de “El Tigre Mayor”. Ese año fue un espectáculo para los aficionados y un dolor de cabeza para los lanzadores rivales.
Miggy encabezó las tres estadísticas ofensivas más importantes que califican para hacerse acreedor de la Triple Corona. Pegó 44 cuadrangulares, remolcó 139 carreras y promedió .330 para de esa manera ser el jugador 14 en la historia en sentarse en esa mesa real.
Tuvieron que pasar 45 años para que dicha realeza integrada, entre otros, por Ty Cobb, Lou Gehrig, Ted Williamns, Frank Robinson y Mickey Mantle, recibiera a otro exquisito madero. El último había sido Carl Yastrzemski.
Fue histórico para Venezuela, claramente, pero también para Latinoamérica, ya que fue el primero en obtener la Triple Corona.
Cabrera no solo fue el mejor bateador de la Liga Americana, además de los jonrones e impulsadas, el criollo dominó todas las Mayores en SLG (.606), OPS (.999) y bases alcanzadas (377).
Los 44 bambinazos y las 139 fletadas quedaron registrados como topes en su carrera.
Esa temporada concluyó con el primero de los dos premios MVP consecutivos y cómo no, después de tan inmensa campaña.
A nada de repetir
Muchos consideran que dicha temporada del maracayero ha sido la mejor de un pelotero venezolano, pero en 2013 volvió a alzarse con el título de bateo y esta vez en las dos ligas (.328), sonó la misma cantidad de vuelacercas y empujó 137 rayitas.
La hazaña no pudo ser consumada debido a que Chris Davis impulsó una carrera más y conectó 53 jonrones. El año siguiente, quien entonces era jugador de los Orioles de Baltimore salió positivo a esteroides. Muchos quedaron con la duda y sobre todo con la sensación de que no fue digna la pelea, que de ser limpia, Miguel hubiese tenido dos Triples Coronas, seguidas además.
Aceleró el trayecto
A pesar de que Davis se metió en su camino, Cabrera repitió el Jugador Más Valioso y un año antes, con la Triple Corona y la mitad de su carrera por delante, pisó el acelerador en el trayecto que más temprano que tarde lo tendrá en Cooperstown, junto al resto de los inmortales.