El alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams, ha comenzado una gira por países de tránsito de migrantes en América Latina con el objetivo de “disuadir” a las personas en movimiento a que no continúen su viaje hacia Estados Unidos.
En un cambio de su política de puertas abiertas para migrantes, Adams ha pasado de gestionar albergues y refugios para personas que llegan de diferentes partes del mundo, especialmente de Suramérica, a pedir en tribunales que se desaplique la norma que obliga a Nueva York a ofrecer refugio y alojamiento a personas en movilidad.
“Solo queremos darles una narrativa real de que los albergues están llenos y que no encontrarán empleo automáticamente”, dijo Adams en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Efe.
La gira del alcalde incluirá México (que visitó el miércoles), Ecuador, Colombia y Panamá, donde espera reunirse con autoridades para hablar sobre su visión de la llegada de migrantes a Nueva York.
Sin embargo, Colombia ha expresado su posición sobre el tema y no frenará el tránsito de personas por el tapón del Darién, la selva que divide al país con Panamá. Considera que para evitar estos flujos migratorios es más importante generar condiciones de prosperidad en las naciones de donde salen miles de ciudadanos con rumbo a Estados Unidos.
Adams ha pasado de gestionar albergues y buscar hoteles, a crear campamentos al aire libre y estudiar el uso de una antigua cárcel para recibir a los migrantes. Su retórica más agresiva busca presionar a la Casa Blanca e incluso cerrar la frontera, una visión que se asemeja más a la del partido Republicano y el expresidente Donald Trump.
En este sentido, el diario El País de España recoge las declaraciones de una asesora del alcalde neoyorquino que pidió el cierre de las fronteras. Además, solicitó que se idee una estrategia para acoger a todos los inmigrantes y repartirlos por los 50 estados del país, ya que Nueva York es la única ciudad con la obligación legal de acoger a migrantes.
En los últimos años, Nueva York ha recibido a 122,700 mil personas, principalmente de Centroamérica y Venezuela. Para darles alojamiento, la ciudad ha tenido que abrir 210 sitios para albergues y 17 centros de ayuda humanitaria, pero aún se encuentran llenos y han habido protestas de personas en acogida debido a la falta de capacidad.
Recientemente, Adams declaró que no ve un final a la continua llegada de migrantes a Nueva York. Pasó de dormir en una instalación para recibirlos a emprender una gira por países de Suramérica en los que buscará disuadir su llegada a Estados Unidos y especialmente a la Gran Manzana.
En paralelo, su gestión ha pedido al Tribunal Supremo de la ciudad que modifique o suspenda temporalmente una ley de 1981 que obliga a dar techo a cualquier persona que lo solicite. Esto es para responder a la crisis migratoria que ha atraído a la ciudad a 122,700 inmigrantes en un año y medio. Aunque no pide que la ley sea derogada, busca una solución temporal o un cambio debido a circunstancias excepcionales.
Con información de Efe y El País.
Con información de : Efecto Cocuyo