Después de circular en forma viral durante aproximadamente 24 horas, se ha desenmascarado la fake news de los bebés decapitados por Hamás, que fue construida por varios medios occidentales en complicidad con supuestos “voceros” del ejército de Israel. La información falsa se difundió rápidamente, impulsada por periodistas de medios occidentales que cometieron un grave error al publicar sin verificar. Afirmaban que se había llevado a cabo una supuesta matanza de 40 bebés en un kibutz llamado Kfar Aza, ubicado en la frontera con Gaza, que fue atacado por la resistencia palestina de Hamas durante incursiones el pasado sábado. En cuestión de minutos, la falsa noticia se extendió por numerosas redacciones y las redes sociales hicieron el resto. Incluso el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel se unió a la difusión de esta información errónea, anunciando que Hamás había asesinado a 40 bebés y decapitado a varios de ellos.
Uno de los supuestos testigos de esta atrocidad era el soldado israelí David Ben Zion, quien durante una entrevista con el canal israelí i24NEWS, afirmó: “Son agresivos, son malvados, le cortaron la cabeza a niños, le cortaron la cabeza a mujeres”. Sin embargo, posteriormente se descubrió que Ben Zion no era un soldado cualquiera, sino que era líder de un grupo de colonos extremistas y había incitado a violentos disturbios contra los palestinos en la ocupada Cisjordania a principios de este año. Es decir, no era una fuente confiable y su testimonio carecía de veracidad.
Los periodistas que difundieron sin verificar las declaraciones de Ben Zion visitaron el kibutz de Kfar Aza como parte de una gira de medios organizada por el ejército de Israel. Estas giras de medios suelen ser organizadas por organismos oficiales con el objetivo de mostrar a los periodistas solo lo que quieren que vean, en territorios controlados. Un ejemplo similar fue la gira de medios realizada por el gobierno de Ucrania en abril de 2022 en el poblado de Bucha, donde se escenificó una supuesta masacre cometida por soldados rusos. Posteriormente, investigaciones independientes revelaron que los crímenes podrían haber sido realizados por integrantes de la milicia de ultraderecha asimilada al ejército ucraniano.
Con el paso de las horas, algunos de los participantes en la gira de medios de Kfar Aza comenzaron a desmentir la operación. Oren Ziv, un reportero israelí, comentó que durante el recorrido no vieron ninguna evidencia de la matanza de bebés y que los portavoces del ejército tampoco mencionaron ningún incidente de este tipo. Otro periodista, Bel Trew, corresponsal del periódico inglés The Independent, aclaró que no había tuiteado sobre la decapitación de cuarenta bebés y que su tweet había sido malinterpretado. Además, voceros militares confirmaron que no había pruebas de la supuesta matanza de bebés.
A pesar de todas estas desmentidas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, intentó mantener viva la noticia falsa al referirse a imágenes confirmadas de terroristas decapitando a niños. Sin embargo, poco después, la Casa Blanca aclaró que Biden se refería a información israelí y que no había visto ninguna fotografía.
Con todas estas desmentidas acumuladas, ya no se puede sostener la parodia de la decapitación de bebés como una noticia verídica. Sin embargo, la información falsa sigue circulando en las redes sociales, siendo creída por aquellos que estén dispuestos a creerla. Es importante destacar que este incidente debe ser recordado como otra perversa fake news.
Por Marcos Salgado. Colaboración de Mariela López.
Con información de venezuela-news.com