El pasado sábado 7 de octubre, grupos vinculados a Hamás y a la jihad palestina llevaron a cabo un ataque coordinado en diferentes zonas de Israel, desencadenando una respuesta militar por parte del gobierno israelí. Este episodio del conflicto entre Israel y Palestina se ha convertido en uno de los más sangrientos de los últimos 10 años.
Desde el inicio del conflicto, se estima que cerca de 1.200 israelíes han perdido la vida y alrededor de 2.000 han resultado heridos. Por otro lado, se reporta que más de 900 civiles palestinos han sido asesinados y casi 5.000 han resultado heridos.
El Oriente Medio siempre genera preguntas y teorías sobre cómo estos conflictos pueden afectar al resto del mundo. En el caso de Israel, las naciones adoptan diferentes posturas: algunas lo apoyan incondicionalmente, como Estados Unidos; otras se oponen a la defensa israelí y otras tratan de mantener una posición neutral y buscar un espacio para la negociación.
Para analizar las posibles consecuencias de este nuevo episodio del conflicto a nivel internacional, Efecto Cocuyo consultó al internacionalista y analista Iván Álvarez.
Ralentización de las conversaciones entre Arabia Saudita e Israel
Según Álvarez, una de las principales consecuencias de este reinicio del conflicto es que las conversaciones entre Israel y Arabia Saudita se vean afectadas e incluso retrasadas. Esto es un elemento crucial en la evolución del Medio Oriente en este momento, ya que Irán, que apoya a Hamás, no se beneficiaría de estas conversaciones.
Temor a una escalada y posible alza en los precios del petróleo
Existe temor a que haya una escalada por parte de Hamás y de otros actores como Hezbollah, que podrían unirse a los ataques. Sin embargo, hasta el momento esto no ha ocurrido en este nuevo episodio del enfrentamiento. Álvarez sostiene que es poco probable que empeoren las relaciones entre Israel e Irán, pero es posible que Israel intensifique su guerra indirecta contra Irán. Lo más relevante, según el analista, es que habrá grandes pérdidas humanas en ambos lados.
En cuanto a un posible aumento de los precios del petróleo, Álvarez considera que no será significativo, ya que ni Palestina ni Israel son productores de petróleo. Los países más cercanos, a excepción de Egipto, tampoco son grandes productores. Gita Gopinath, directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), también expresó una postura similar, indicando que es demasiado pronto para evaluar las consecuencias económicas y que el impacto en los precios del petróleo podría afectar especialmente a países como Egipto.
El papel de China y la postura de Europa
Existe preocupación sobre una posible participación de China en este conflicto, especialmente después de que Estados Unidos haya reafirmado su apoyo a Israel. Sin embargo, Álvarez opina que China podría mantener una postura neutral y no tendría un papel protagónico en este enfrentamiento.
En cuanto a Europa, Álvarez considera que el conflicto entre Israel y Palestina no representa una amenaza importante para el continente. A diferencia de Ucrania, que sí es una amenaza cercana y ha generado refugiados en los países europeos, los estados europeos apoyarán a Israel pero no invertirán recursos financieros o militares.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha recomendado a los líderes mundiales que viajen a Israel para apoyar a las víctimas de los “ataques terroristas” en el país. Durante su visita a la sede de la OTAN en Bruselas, Zelenski afirmó que Estados Unidos hará todo lo necesario para ayudar a sus socios tanto en Ucrania como en Israel.
En resumen, el reinicio del conflicto entre Israel y Palestina tiene consecuencias a nivel internacional. Se espera una ralentización de las conversaciones entre Arabia Saudita e Israel, aunque no se prevé un aumento significativo en los precios del petróleo. China se mantiene neutral y Europa apoya a Israel sin invertir recursos adicionales.
Con información de efectococuyo.com