El gobierno de Suecia ha anunciado medidas para dificultar el acceso de los inmigrantes a las prestaciones sociales. El objetivo de estas medidas es disuadir a los inmigrantes de llegar al país escandinavo y promover una mejor integración de aquellos que ya se encuentran allí.
Según el primer ministro Ulf Kristersson y los líderes de los demás partidos de la coalición de gobierno, desde 2012 más de 770,000 inmigrantes han llegado a Suecia desde países no pertenecientes a la Unión Europea ni al Espacio Económico Europeo. En un artículo publicado en el diario Dagens Nyheter, señalan que la política de integración actual, que no plantea exigencias claras pero tampoco proporciona incentivos para integrarse en la sociedad, ha generado una Suecia dividida caracterizada por la segregación, la exclusión social, el desempleo, los malos resultados escolares y la falta de valores suecos comunes.
El país escandinavo, con una población de 10.3 millones de habitantes, enfrenta problemas significativos en relación con los inmigrantes desempleados y dependientes únicamente de las prestaciones sociales, especialmente las mujeres. Con el fin de abordar esta situación, la comisión encargada del tema tiene previsto implementar reformas que obliguen a los inmigrantes a buscar empleo y aprender sueco.
Como parte de estas medidas, los inmigrantes ya no podrán vivir únicamente de las prestaciones sociales y se les exigirá tener una “actividad” a tiempo completo. Además, se planea establecer un límite en las prestaciones para evitar que los inmigrantes reciban múltiples subsidios por hijos, vivienda, desempleo, enfermedad, permiso parental, entre otros. Hasta ahora, resultaba más rentable recibir prestaciones que conseguir un empleo. Por último, el gobierno ha indicado que los inmigrantes deberán esperar un período de tiempo aún indeterminado antes de poder solicitar beneficios.
Esta decisión se enmarca en la fuerte ofensiva lanzada por el primer ministro Kristersson después del ataque sufrido por hinchas suecos en Bélgica. Junto con otras autoridades de la Unión Europea, Kristersson ha impulsado la idea de reforzar la seguridad en las fronteras exteriores de la Unión y facilitar las expulsiones de aquellos inmigrantes cuyas solicitudes de asilo no hayan sido aceptadas. Según el primer ministro, si no se logra proteger las fronteras comunes, no será posible mantener la libre circulación dentro de Europa.
En resumen, el gobierno de Suecia ha anunciado medidas para dificultar el acceso de los inmigrantes a las prestaciones sociales con el objetivo de disuadir su llegada al país y promover una mejor integración de aquellos que ya se encuentran allí. Estas medidas incluyen exigir a los inmigrantes tener una “actividad” a tiempo completo, establecer un límite en las prestaciones y establecer un período de espera antes de poder solicitar beneficios. Estas medidas se enmarcan en una ofensiva más amplia liderada por el primer ministro Kristersson para reforzar la seguridad en las fronteras de la Unión Europea y facilitar las expulsiones de inmigrantes cuyas solicitudes de asilo han sido rechazadas.
Con información de efectococuyo.com