Operativo de toma de la cárcel de Tocuyito fue una negociación entre autoridades y reclusos líderes
Durante la madrugada del miércoles 25 de octubre, se llevó a cabo un operativo para tomar el Complejo Penitenciario de Carabobo, conocido como cárcel de Tocuyito, pero según la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), en realidad se trató de una negociación entre las autoridades del Estado y los reclusos líderes del penal, conocidos como “pranes”.
Según el OVP, a las 11:00 de la noche del martes 24 de octubre, los privados de libertad informaron a sus familiares que probablemente serían trasladados a otros estados, ya que el penal fue entregado al régimen tras una presunta negociación con los llamados “líderes negativos”.
La ONG afirma que esto dejó en evidencia que el régimen anunció una “intervención” del sistema penitenciario, pero en realidad se trató de una negociación con Néstor Richardi Sequera Campos, alias Richardi, o como ahora se hacía llamar RSiete, quien era el pran o “Papa” del penal.
En una publicación, el Observatorio narra que a las 12:30 a.m, Richardi subió una historia en su cuenta de Instagram para despedirse, indicando que llegaba el momento de “free Rsiete” (Rsiete en libertad). Además, escribió que no sabía cuándo volvería a tener contacto con sus seguidores, pero aseguró que solo se trataba de un hasta luego. En otra fotografía, se mostraba lleno de cadenas de oro, reflejo de la ostentosa vida que llevaba.
A la 1:00 de la mañana del 25 de octubre, los funcionarios de diversos cuerpos de seguridad tomaron el centro penitenciario. Los primeros en salir fueron algunos familiares que pernoctaban dentro de Tocuyito, seguidos de los presos enfermos.
Según el OVP, algunos equipos fueron destruidos, al igual que algunas habitaciones, a las que los presos les prendieron fuego para que no quedara nada.
El Ministerio de Interior y Justicia mostró videos en los que se localizaron armas largas que habían sido enterradas y perfectamente envueltas, lo que evidencia, según el OVP, que estaban preparados para lo que sucedería.
Cabe destacar que Tocuyito tenía una población de 3.761 y una capacidad para 1.000 internos, por lo que había un hacinamiento del 343%, según el OVP.
Además, se conoció que en el penal se cobraba una cuota de 20 dólares mensuales, lo que les dejaba un ingreso mensual de 70 mil dólares.
“Es de resaltar que dentro del penal contaban con un estudio musical, tenían animales y muchos espacios que fueron construidos por estos reclusos para manejar negocios de venta de comida, alcohol y hasta un banco”, añade la ONG.
Fuente: Efecto Cocuyo