El pasado domingo 29 de octubre, millones de colombianos acudieron a las urnas para elegir a alcaldes y gobernadores en una jornada electoral marcada por la baja participación y las denuncias de irregularidades. Uno de los temas que ha sido objeto de debate durante la campaña electoral es el de la migración venezolana y las propuestas de las autoridades electas para abordar esta situación.
Según la politóloga e internacionalista Nasstaja Rojas, si bien la gestión en materia migratoria corresponde al Gobierno nacional, los gobiernos locales también juegan un papel importante en la integración de los migrantes. En Colombia, se estima que hay entre 2 y 3 millones de venezolanos, de los cuales 1,5 millones están regularizados. Durante la campaña electoral, se evitó abordar de manera frontal el tema de la migración debido a su complejidad y sensibilidad.
Rojas destaca que los recursos destinados a la migración suelen ser focalizados en las ciudades que reciben un mayor número de migrantes, como Cúcuta y Bucaramanga. Algunos alcaldes instrumentalizaron la migración, culpándola de la inseguridad, para ganar votos. Sin embargo, ahora deben moderar su lenguaje ya que necesitan esos recursos para sus administraciones.
En el caso de Bogotá, la alcaldesa saliente Claudia López adoptó inicialmente una postura dura hacia la migración venezolana, atribuyendo el aumento de la criminalidad a este fenómeno. Sin embargo, Rojas destaca que López ha cambiado su discurso y ha creado la Fundación Nuevos Bogotanos, enfocada en la integración de los migrantes.
Respecto al nuevo alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, se espera que adopte una postura más amistosa hacia la migración. Según Rubén Erazo, consultor político colombiano, Galán es una persona tranquila y conciliadora, con opiniones firmes sobre los problemas del país. Galán ha mencionado la importancia de la regularización de los migrantes y ha propuesto programas de empleo, emprendimiento e inclusión financiera para facilitar su integración.
En cuanto a otras ciudades, se destaca la propuesta del nuevo alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, de gestionar la retirada de las aduanas en los puentes fronterizos para reducir el comercio ilegal. En Barranquilla, el nuevo alcalde Alejandro Char no mencionó específicamente el tema de la migración durante la campaña. En Bucaramanga, el nuevo alcalde Jaime Andrés Beltrán propuso un plan de seguridad con control migratorio y la construcción de un centro de detención transitorio.
Por otro lado, la derrota del petrismo, liderado por Gustavo Petro, en las principales ciudades del país ha sido significativa. Petro perdió en Bogotá, Medellín, Bucaramanga y Barranquilla. Según Rubén Erazo, esta derrota afecta mucho a Petro, ya que Bogotá es su ciudad natal y fue alcalde allí. Además, destaca el envalentonamiento de las estructuras políticas tradicionales locales y la pérdida de popularidad de Petro debido a su gestión y medidas sociales.
En resumen, las autoridades electas en Colombia enfrentan el desafío de abordar de manera efectiva la migración venezolana. Se espera que adopten posturas más amigables y promuevan la integración de los migrantes a través de programas de empleo y educación. Sin embargo, también se han observado discursos y acciones que han alimentado la xenofobia y la estigmatización de los migrantes.