Los líderes delictivos de la cárcel de La Pica, en el estado Monagas, Pedro González Mata (alias Pedro Rapidito) y José Yefferson Clavijo Rosendo (alias El Jefferson), enfrentan nuevas imputaciones luego de la toma de la prisión el pasado viernes 3 de noviembre.
Los delitos imputados a los dos pranes incluyen tráfico de armas y explosivos, asociación para delinquir y resistencia agravada a la autoridad, según informó el sitio web La Lupa de Oriente, el primero en reportar estos hechos. Además, se sabe que González Mata y Clavijo Rosendo también enfrentan cargos por homicidio calificado y extorsión.
Una fuente reveló a La Lupa de Oriente que un total de 32 reclusos de La Pica, incluyendo a González Mata y Clavijo Rosendo, fueron precalificados por estos delitos.
Durante la toma del penal, las autoridades incautaron un total de 171 armas, entre las que se encontraban 31 armas largas de diferentes calibres, 45 armas cortas, 12 ametralladoras, 4 granadas de mano y una lacrimógena, según informó el ministro Remigio Ceballos.
En cuanto a la población carcelaria, La Pica albergaba a 1.496 reclusos, de los cuales 1.426 fueron trasladados a diferentes cárceles del país, aunque no se han dado a conocer los destinos específicos. Según el medio digital Maturín News, algunos familiares de los privados de libertad informaron que fueron enviados a Cumaná y Bolívar, en las regiones oriental y suroriental de Venezuela.
Durante la inspección realizada por la ministra del Servicio Penitenciario, Celsa Bautista Ontiveros, se descubrió la existencia de una casabera y una laguna para la cría de peces dentro de la cárcel.
Por su parte, el ministro Ceballos reveló que un grupo de reclusos, incluyendo al pran “Pedro Rapidito”, se encontraban atrincherados en un búnker, pero fueron reducidos exitosamente por las fuerzas de seguridad.
Bautista Ontiveros detalló que los reclusos de La Pica fueron trasladados a centros penitenciarios del país, donde serán incluidos bajo las normas del régimen penitenciario. Además, se realizó un diagnóstico de toda la infraestructura de la cárcel para evaluar posibles adecuaciones de acuerdo a las normas internacionales y mejorar la tasa de ocupación para los privados de libertad.
El Observatorio Venezolano de Prisiones, una ONG dedicada a la defensa de los derechos humanos de los reclusos, advirtió que la toma de las cárceles, incluyendo La Pica, generará un mayor hacinamiento en el resto de los penales hacia los cuales son trasladados los presos luego de los desalojos.