La inmortalidad llega al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano en Monterrey
Por Luis Segura D.
Monterrey, Nuevo León – Esta noche, a las siete, se llevará a cabo el acto de elevación al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, un evento histórico que marcará un hito en la brillante historia de este espectáculo deportivo en territorio mexicano. En esta ocasión, el homenajeado será Alfredo Harp Helú, quien se une a Jorge Pasquel y Alejo Peralta como los tres mecenas fundamentales en la protección y patrocinio del beisbol en México.
El Salón de la Fama del Beisbol Mexicano es considerado uno de los mejores del mundo, después del de Cooperstown, por diversas razones. En primer lugar, su sede en Monterrey es un edificio construido especialmente para este propósito, lo que le brinda una imagen imponente y profesional. Además, las elecciones anuales de los inmortales son tomadas con mucha seriedad y son llevadas a cabo por verdaderos profesionales.
Jorge Pasquel, propietario de todos los equipos de la Liga Mexicana en su momento, fue elevado al Salón de la Fama de Monterrey en 1971. Pasquel se adelantó a las Grandes Ligas en dos aspectos importantes: contratando a numerosos jugadores negros antes de 1947, permitiendo que jugaran junto a los jugadores blancos en México, y pagándoles honorarios mucho más altos de lo que ganaban en Estados Unidos. Su contribución fue fundamental para el crecimiento y desarrollo del beisbol en el país.
Alejo Peralta, que fue elevado en 1983, también tuvo un papel crucial en el fortalecimiento de la Liga Mexicana de Beisbol. Peralta entregó millones de dólares a varios equipos para ayudar a la liga a subsistir durante la huelga declarada por la ANABE en 1980. Su generosidad y apoyo a los propietarios de las franquicias permitieron que el beisbol profesional mexicano continuara su curso.
Alfredo Harp Helú, por su parte, ha dejado una huella imborrable en el beisbol mexicano. Con la construcción del estadio El Diamante de Fuego para los Diablos Rojos de Ciudad de México, Harp Helú elevó el nivel del beisbol nacional, equiparándolo con los mejores estadios de Estados Unidos. Además, su donación del impresionante edificio exclusivo para el Salón de la Fama en Monterrey demuestra su compromiso con el legado y la historia del beisbol mexicano.
En la ceremonia de esta noche, también se elevarán a Luis Arredondo, Roberto Vizcarra, Javier Robles, Noé Muñoz, Juan Gabriel Castro, Alejo Ahumada, Jesús Moreno y Tomás Herrera, según me informa el ingeniero Francisco Padilla Dávila, Director del Salón de la Fama. Estos homenajeados son reconocidos por su destacada contribución al beisbol mexicano y por su papel en el éxito de las 14 Ligas de Beisbol Profesional en el país, que juegan buena pelota durante los 12 meses del año.
El Salón de la Fama del Beisbol Mexicano en Monterrey es un tesoro para el deporte nacional. Su prestigio y excelencia lo sitúan entre los mejores del mundo, y su importancia radica en el reconocimiento de aquellos que han dejado una huella imborrable en el beisbol mexicano. Gracias a hombres como Jorge Pasquel, Alejo Peralta y Alfredo Harp Helú, el beisbol en México ha alcanzado grandes alturas y sigue siendo una pasión que une a los aficionados de todo el país.
Fuentes:
Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.