En un operativo llevado a cabo en el Internado Judicial de San Felipe, un grupo de reclusos fueron trasladados a diferentes cárceles del país.
Más de 500 reclusos fueron evacuados del recinto penal y llevados a otras instalaciones, en un procedimiento que se realizó en cumplimiento de los derechos humanos y protocolos de seguridad.
Lee tambien: Seis reos se fugaron de la PNB en Calabozo
El traslado de los reclusos se efectuó con el objetivo de descongestionar el internado de San Felipe, el cual se encontraba sobrepoblado y presentaba condiciones precarias.
Esta medida busca mejorar las condiciones de reclusión de los privados de libertad, garantizando su integridad y respetando sus derechos fundamentales.
Los reclusos fueron trasladados a diferentes centros penitenciarios del país. Algunos fueron llevados a las cárceles de Yare I y II, ubicadas en el estado Miranda.
Estos centros penitenciarios cuentan con una infraestructura adecuada y condiciones de seguridad que permitirán una mejor reinserción social de los reclusos.
Otros internos fueron trasladados al centro penitenciario de Los Andes, ubicado en el estado Mérida.
Este centro cuenta con instalaciones modernas y espacios amplios que contribuirán al bienestar de los reclusos.
Además, se busca aprovechar la ubicación geográfica de este centro para facilitar el acceso de los familiares de los reclusos, lo cual es fundamental para mantener los lazos familiares y promover la reinserción social.
Por último, un grupo de reclusos fue llevado a la cárcel de Santa Ana, ubicada en el estado Táchira.
Esta cárcel cuenta con programas de rehabilitación y reinserción social que permitirán a los privados de libertad adquirir nuevas habilidades y conocimientos para su posterior reintegración a la sociedad.