El Papa Francisco ha tomado la decisión de desalojar al cardenal estadounidense Raymond Leo Burke de su residencia en el Vaticano, y también le retirará su salario. Esta medida se debe a que Burke ha sido abiertamente crítico con la gestión del Papa y se ha opuesto a sus planes de reformar la Iglesia católica. Según una fuente del Vaticano, la decisión no busca ser un castigo personal, sino que se basa en la creencia de que no es apropiado que alguien disfrute de privilegios cardinales mientras critica al líder de la Iglesia.
Esta acción del Papa marca un precedente, ya que nunca antes había desalojado a un alto jerarca de la Iglesia. Por lo general, los cardenales retirados continúan residiendo en Roma y participan en las liturgias y deberes ceremoniales. Por lo tanto, desalojar a alguien de su apartamento en el Vaticano es algo sin precedentes. Esta decisión podría provocar una reacción significativa y profundizar las divisiones entre el Vaticano y la Iglesia estadounidense, que ya está fragmentada.
Hasta el momento, el cardenal Burke no se ha pronunciado sobre el tema. El Papa reveló su intención de tomar medidas contra él durante una reunión con jefes de oficinas del Vaticano la semana pasada. Esta acción se suma a la frustración que el Papa ha sentido hacia sus detractores estadounidenses que mantienen una visión más tradicional o conservadora en diferentes temas. Recientemente, el Papa despidió a un obispo conservador de Texas que había criticado sus intentos de llevar a la Iglesia a posiciones más progresistas sobre el aborto, los derechos de las personas transgénero y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Las tensiones entre el Papa y el cardenal Burke han estado presentes durante casi una década. Parece que el Papa percibe que Burke promueve un culto a la personalidad centrado en el tradicionalismo o las ideas regresivas, por lo que ha decidido limitar su influencia y cortar sus vínculos con Roma. Esta acción ha llevado a algunos a acusar al Papa de cancelar a prelados fieles que defienden posturas pro-vida, pro-familia y pro-tradición.
El cardenal Burke es conocido por ser uno de los opositores más activos al Papa dentro de la Iglesia católica. Ha sido riguroso en seguir las directrices del catolicismo y ha expresado públicamente su desacuerdo con las posturas más progresistas del Papa en temas como el aborto, la anticoncepción, la homosexualidad y el género. Burke ha liderado una operación desde su apartamento en Roma para promover lo que él llama “claridad doctrinal”. Sin embargo, el Papa ha ido degradando su posición dentro de la jerarquía eclesiástica y reubicándolo en puestos con menor influencia a lo largo de los años.
En resumen, el Papa Francisco ha decidido desalojar al cardenal Burke de su residencia en el Vaticano y retirarle su salario debido a sus críticas y oposición a sus planes de reforma en la Iglesia católica. Esta acción marca un precedente en la era de Francisco y podría profundizar las divisiones entre el Vaticano y la Iglesia estadounidense. El cardenal Burke representa a la facción más conservadora de la Iglesia y ha sido un crítico abierto del Papa en temas doctrinales.
Con información de efectococuyo.com