El número de solicitudes de asilo en México ha alcanzado un récord este año, con casi 128.000 peticiones registradas. Sin embargo, lo que resulta aún más preocupante es que aproximadamente una cuarta parte de estas solicitudes provienen de menores de edad, según advierte la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur). Esta cifra refleja el desafío humanitario que enfrenta México en su frontera sur.
Los niños y adolescentes que huyen hacia México lo hacen principalmente debido a la violencia, persecución y conflictos armados en sus países de origen. Pierre-Marc René, asociado de información pública de Acnur, destacó las cifras proporcionadas por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) del Gobierno, que muestran un aumento del 30% en las solicitudes recibidas en los primeros 10 meses del año en comparación con el año anterior. Esto indica que México está a punto de superar el récord de 129.658 solicitudes de asilo recibidas en todo 2021.
Además de las solicitudes de asilo, se ha registrado el paso de al menos 40.000 niños y adolescentes migrantes en la frontera sur de México este año, según Lorenza Obdulia Reyes, directora del albergue ‘Todo por Ellos’. La mayoría de estos migrantes son originarios de Honduras, El Salvador, Guatemala, Cuba y Venezuela. Sin embargo, Reyes también ha notado la presencia de familias con niños provenientes de China, la República del Congo e India, algo que no se observaba en años anteriores.
La situación en la frontera sur de México refleja un flujo migratorio sin precedentes en la región, según advierte la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). Según el presidente Andrés Manuel López Obrador, hasta 16.000 migrantes llegan diariamente a las fronteras del país. Esta crisis migratoria tiene un impacto significativo en los niños y adolescentes, como lo demuestra el caso de Maibelin Merchan, una madre venezolana que llegó a Tapachula con su hijo. Merchan relata las dificultades que enfrentan los menores de edad en su travesía, incluyendo enfermedades, desnutrición y hambre.
Amanda Fondo, otra madre venezolana que viaja con su familia, reconoce que los niños son los que más sufren debido a la incertidumbre y el largo trayecto. La migración de niños y adolescentes plantea un desafío para las autoridades locales, como Sonia Eloína Aguilar, presidenta municipal de Ciudad Hidalgo, quien destaca que su municipio es paso de miles de migrantes en busca del “sueño americano”. Aguilar menciona que cientos de niños llegan mensualmente, semanalmente y diariamente para pedir asilo al Sistema Integral para la Familia, y como obligación solidaria, no se les puede negar la ayuda que necesitan.
La crisis migratoria en México no muestra signos de disminuir. En el albergue de Lorenza Obdulia Reyes en Tapachula, llegan más de 100 migrantes diariamente en busca de alojamiento. Esta situación plantea un gran desafío humanitario y requiere una respuesta efectiva por parte de las autoridades para garantizar la protección y el bienestar de los niños y adolescentes migrantes.
Con información de Efecto Cocuyo