Una nueva página en la historia del béisbol venezolano se escribió el viernes por la noche en el estadio Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo, de la mano de Alex Romero. El experimentado jardinero conectó su hit número 1000, dejando su nombre grabado en la élite de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).
Con 40 años de edad y 984 juegos disputados, Romero se convirtió en el décimo pelotero en lograr esta hazaña en el béisbol criollo, que se inició en 1946. Ahora se suma a una selecta lista junto a figuras como Vitico Davalillo, Robert Pérez, Teolindo Acosta, César Tovar, Luis “Camaleón” García, René Reyes, José Castillo, Tomás Pérez y Luis Sojo.
Romero es considerado una leyenda en el béisbol venezolano. Aunque nunca tuvo en mente alcanzar los 1000 hits, cuando se acercaba a esta marca, llegó a dudar de sus propias fuerzas. Sin embargo, aferrado a Dios y a una disciplina ejemplar, logró completar esta meta que parecía inalcanzable desde sus inicios en el deporte.
“Estoy contento con la oportunidad que me dio Dios de poder completar esta meta, que para mí, desde que empecé a jugar, me pareció inalcanzable”, confesó Romero en declaraciones compartidas por el equipo de prensa de los Rapaces de Lara.
El jugador destacó que alcanzar los 1000 hits no es fácil, requiere de mucha disciplina, esfuerzo y trabajo constante. En sus más de dos décadas en la LVBP, Romero ha demostrado ser un bateador confiable y ha sido clave en momentos importantes, lo que le ha valido cinco anillos de campeón.
A pesar de sus éxitos, Romero admitió que nunca había sentido una presión tan grande como la que experimentó en busca de los 1000 hits. Sabía que no le quedaba mucho tiempo y esto le añadió complejidad al desafío. “Tenía tiempo que no sentía una presión así, son muchos sentimientos encontrados, el hit mil, jugar mi última temporada, pero gracias a Dios pude llegar a la meta”, expresó el jugador zuliano, quien disputa su novena campaña con los Rapaces de Lara.
Al mirar hacia atrás, Romero comprende que todo llegó en el momento adecuado. Lograr esta marca histórica rodeado de amigos, en el estadio de su amado Zulia y en presencia de su familia, a quienes dedica este logro, le da un significado especial. “Esto es para mi familia, que creyó en mí desde el primer día de mi contrato cuando me convertí en profesional”, dijo emocionado.
Además de su destacada carrera deportiva, Romero está encaminado a retirarse bateando por encima de los .300 de promedio, lo que sería un broche de oro para una trayectoria llena de éxitos.