El canje de Alex Saab, el empresario colombiano extraditado a Estados Unidos en 2021 por cargos de lavado de dinero, fue considerado por mucho tiempo como algo “fuera de los límites” y “fuera de la mesa de negociaciones” por fuentes de la Casa Blanca. Sin embargo, casi dos años después de su extradición, el gobierno de Joe Biden cambió de opinión. Aquí están las claves del proceso que llevó al canje de Saab, tan negado por Estados Unidos y anhelado por el gobierno de Nicolás Maduro.
El 19 de diciembre de 2022, antes de Navidad, se llevó a cabo una reunión “discreta” en Miraflores entre el presidente Nicolás Maduro y el enviado especial de la Casa Blanca para asuntos de rehenes, Roger Carstens. Esta reunión fue parte de los esfuerzos para lograr la liberación de dos prisioneros estadounidenses, Eyvin Hernández y Jerrel Kenemore, cuyo encarcelamiento fue considerado injusto. Maduro habría hecho una oferta más atractiva: liberar a otros seis ciudadanos estadounidenses y entregar al contratista de defensa fugitivo Leonard Glenn Francis, implicado en sobornos a la marina de Estados Unidos. A cambio, se pedía la liberación de Alex Saab. En ese momento, la administración de Biden rechazó el intercambio.
Saab es considerado un “pez gordo” debido a sus amplios contactos en todo el mundo, que han ayudado al gobierno de Maduro a evadir las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea. Estas conexiones le han permitido al gobierno venezolano negociar acuerdos comerciales importantes con Rusia, China, Irán y Turquía en áreas como alimentos, combustible, petróleo, medicinas y materiales de construcción. Además, se le acusa de estar involucrado en actos de corrupción en el programa oficial de alimentos Clap y de ser un agente financiero de Hezbolá en América Latina.
Desde su captura en Cabo Verde en 2020 y su posterior extradición a Estados Unidos en 2021, el gobierno venezolano ha defendido a Saab de manera contundente y ha realizado una campaña propagandística para su liberación. Además, se cree que Saab posee información “sensible” sobre los manejos financieros del gobierno de Maduro, lo que lo convierte en una valiosa moneda de cambio para la administración Biden.
Hasta junio de 2023, el gobierno de Biden se negaba a discutir cualquier oferta de intercambio de prisioneros propuesta por Maduro. Sin embargo, Estados Unidos ha accedido previamente a canjear prisioneros con regímenes autoritarios como Irán y Rusia, lo que indica que en algún momento podría haber espacio para negociar la liberación de Saab.
Finalmente, el 20 de diciembre se confirmó el canje entre Estados Unidos y Venezuela. Saab fue liberado y, a cambio, el gobierno venezolano permitió la salida de prisioneros estadounidenses y presos políticos venezolanos. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, expresó su satisfacción por esta liberación y afirmó que se seguirá trabajando para lograr la liberación de más prisioneros injustamente detenidos.
En resumen, el canje de Alex Saab ha sido un proceso complejo y polémico que ha involucrado a altos funcionarios de ambos gobiernos. Saab, considerado un “pez gordo” debido a sus conexiones internacionales y su supuesta información sensible, ha sido objeto de intensas negociaciones y tensiones entre Estados Unidos y Venezuela. El canje finalmente se llevó a cabo, lo que representa un cambio significativo en la postura de la administración Biden.