Víctor Davalillo, el hombre que desafió el paso del tiempo en el béisbol venezolano, dejó un legado imborrable en el deporte nacional. Con una carrera que abarcó 30 temporadas en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), Davalillo logró un hito inigualable para cualquier jugador en la actualidad.
Su disciplina en la caja de bateo y su espíritu competitivo quedaron demostrados en su destacada temporada de 100 hits a los 40 años, durante la campaña 1979-1980. Pero su historia no terminó ahí, ya que disputó su último partido profesional a los 47 años, en una Serie Final que lo vio brillar una vez más.
Fue en el segundo juego de la Serie Final de la temporada 1986-1987, entre Caracas y La Guaira, cuando el manager Bill Plummer decidió traer a Davalillo como emergente en el octavo inning, con el juego empatado 1-1. En ese momento, el legendario bateador zuliano ya era considerado el mejor de todos los tiempos en el béisbol venezolano.
Lo que sucedió a continuación fue simplemente espectacular. Davalillo conectó un doble entre los jardines derecho y central del Parque de la UCV, ante una recta lanzada por Odell Jones. El batazo impactó en la pared del centerfield y permitió que Jesús Alfaro anotara desde la primera base, dándole la ventaja y la victoria al equipo de Davalillo, los Leones del Caracas. Con esta jugada, la serie se puso 2-0 a favor del conjunto melenudo.
El resto es historia. Los Leones barrieron en cuatro juegos, con Urbano Lugo Jr. lanzando un juego sin hits ni carreras en el partido final. Pero la verdadera historia aquí es cómo Davalillo demostró que la edad es solo un número y cómo una vez más ayudó a su amado equipo a conseguir una victoria clave en su camino hacia otro campeonato.
El legado de Víctor Davalillo perdurará en la historia del béisbol venezolano. Su valentía, disciplina y pasión por el juego lo convirtieron en un verdadero ícono del deporte nacional. Aunque ya no esté en los terrenos de juego, su impacto seguirá vivo en la memoria de los fanáticos y en el corazón de todos aquellos que aman el béisbol.