Una delegación de alto nivel encabezada por el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, viajará este miércoles a México para negociar nuevas medidas migratorias con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. El propósito de estas negociaciones es frenar los cruces en la frontera entre ambos países, que han generado una crisis migratoria de gran magnitud.
El viaje se acordó luego de una llamada telefónica entre Biden y López Obrador la semana pasada, en la cual se discutió la necesidad de abordar la situación migratoria de manera urgente. En respuesta a esta crisis, Estados Unidos ha cerrado varios puertos fronterizos en los últimos días.
Durante la reunión con López Obrador, la comitiva encabezada por Blinken buscará adoptar medidas que permitan la reapertura de todos los puertos fronterizos. Además, se insistirá en el cumplimiento de la Declaración de Los Ángeles, en la cual varios países latinoamericanos, incluido México, se comprometieron a brindar vías legales de estancia a los migrantes para que no todos se dirijan a Estados Unidos.
Para México, esta reunión representa una oportunidad para cooperar en la gestión regular de flujos migratorios y para mantener abiertos los cruces fronterizos para evitar afectaciones en el comercio. López Obrador también enfatizará la necesidad de abordar las causas de raíz de la migración forzada, como la pobreza en Centroamérica.
En cuanto a la situación actual en la frontera, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos detuvo a 242.000 migrantes en noviembre y ha detectado un repunte histórico de llegadas de indocumentados en los primeros días de diciembre. Esto ha llevado a Estados Unidos a cerrar varios cruces fronterizos, lo cual ha generado pérdidas millonarias en el comercio bilateral.
En paralelo a estas negociaciones, la Administración demócrata está buscando nuevas medidas restrictivas en la frontera en colaboración con los republicanos. Una de las opciones que se evalúa es restaurar el polémico Título 42, una política implementada durante la pandemia de covid-19 por el expresidente Donald Trump que permitía deportar a indocumentados sin darles la oportunidad de pedir asilo. Esta medida afectaría directamente a México, ya que la mayoría de las personas son devueltas a ese país.
Desde mayo, la Administración de Biden levantó el Título 42 y lo sustituyó por otras medidas para limitar la llegada de personas en la frontera y restringir el acceso al asilo. Sin embargo, estas medidas no han logrado el efecto deseado debido al aumento global en el movimiento de personas motivado por la búsqueda de mejores oportunidades económicas en Estados Unidos y la huida de crisis sociales y políticas en diferentes partes del mundo.
En medio de esta situación, una caravana de más de 10.000 migrantes partió en Nochebuena desde la frontera sur de México hacia Estados Unidos. Esta crisis migratoria requiere de una acción urgente y coordinada entre ambos países para encontrar soluciones efectivas y humanitarias.
Con información de efectococuyo.com