El sacerdote nicaragüense Fernando Calero ha sido detenido por la Policía, elevando a tres el número de sacerdotes encarcelados en las últimas 24 horas, según denunció la abogada e investigadora nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina. A través de su cuenta de Twitter, Molina afirmó que “la Policía sandinista secuestra al sacerdote Fernando Calero, párroco de Nuestra Señora de Fátima en Rancho Grande, Matagalpa. Se desconoce su paradero”. Molina, autora del estudio titulado ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?’, también señaló que Calero fue secuestrado después de mencionar al obispo encarcelado Rolando Álvarez durante una misa en su parroquia.
Esta detención se suma a las de los sacerdotes Carlos Avilés y Héctor Treminio, vicario general y tesorero de la Arquidiócesis de Managua, respectivamente, que fueron arrestados el día anterior por la Policía y civiles. Además, la semana pasada, las autoridades detuvieron al obispo Isidoro Mora, a dos sacerdotes y a dos seminaristas. Hasta el momento, ni el Gobierno ni la Policía Nacional han confirmado ni negado estas detenciones.
El cardenal nicaragüense y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, aún no ha hecho ninguna declaración sobre estos arrestos. Sin embargo, el exiliado obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, quien fue ordenado abandonar Nicaragua por motivos de seguridad en 2019 por el papa Francisco, se mostró indignado por el encarcelamiento de estos tres sacerdotes de la Arquidiócesis de Managua.
La tensión entre el Gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica ha ido en aumento, con expulsiones y encarcelamientos de sacerdotes, prohibición de actividades religiosas y la suspensión de relaciones diplomáticas. En febrero pasado, el obispo Rolando Álvarez fue condenado a más de 26 años de prisión por delitos considerados traición a la patria después de negarse a abandonar el país. Esta condena se produjo después de que Álvarez rechazara subirse a un avión que lo llevaría a Estados Unidos junto con otros excarcelados políticos nicaragüenses. El presidente Ortega lo calificó de “soberbio”, “desquiciado” y “energúmeno” en una cadena nacional.
Nicaragua se encuentra en una crisis desde abril de 2018, que se ha intensificado tras las elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, el cuarto consecutivo y el segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.
Con información de efectococuyo.com