El Boeing 737 Max, conocido como “el avión de transporte más examinado de la historia”, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán luego de sufrir un incidente de seguridad. En esta ocasión, un Boeing 737 Max 9 de Alaska Airlines perdió parte de su fuselaje en pleno vuelo, lo que obligó a la tripulación a realizar un aterrizaje de emergencia en Oregón, Estados Unidos. Afortunadamente, la aeronave, que transportaba a 177 pasajeros, logró aterrizar de manera segura en Portland.
Como consecuencia de este incidente, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), organismo regulador de la aviación en Estados Unidos, ha ordenado la realización de “inspecciones inmediatas” en algunos aviones Boeing 737 Max 9. Esta medida ha llevado a la inmovilización de varias flotas de aerolíneas, lo que implica la cancelación de vuelos y afecta a decenas de miles de pasajeros.
Este incidente se suma a una serie de problemas y accidentes mortales que han afectado al Boeing 737 Max en los últimos años. En 2018 y 2019, dos accidentes fatales involucraron a aviones Boeing 737 Max 8, cobrando la vida de 346 personas en Indonesia y Etiopía. Estos accidentes provocaron la inmovilización de cientos de aviones en todo el mundo durante más de un año y medio, mientras se realizaban investigaciones para determinar la causa de las tragedias.
Después de más de dos años, los reguladores aéreos certificaron nuevamente el avión de Boeing, concluyendo que el problema radicaba en un fallo de software que invalidaba los controles del piloto. Sin embargo, un informe del Congreso de Estados Unidos reveló que la “presión por la competencia, los defectos en el diseño y una cultura de encubrimiento” por parte de Boeing, así como un sistema regulador “fundamentalmente defectuoso” de la FAA, también jugaron un papel en la problemática historia del avión.
Recientemente, Boeing informó que resolvió un problema de suministro que había llevado a realizar largas inspecciones en sus nuevos 737 Max. Además, la FAA ha instado a las aerolíneas a inspeccionar sus modelos Max para investigar la posible presencia de tornillos sueltos en los sistemas de control del timón.
El impacto de estos problemas se extiende a nivel mundial. El Boeing 737 Max 9 forma parte de la serie 737 Max y actualmente hay 215 aviones Max 9 en servicio en todo el mundo. En Estados Unidos, United Airlines y Alaska Airlines son las aerolíneas con mayor cantidad de estos aviones en su flota. En América Latina, compañías como Copa Airlines y Aeroméxico también operan aviones Max 9, los cuales han sido suspendidos temporalmente para realizar las correspondientes revisiones técnicas.
En Reino Unido, no hay aviones Boeing 737 Max 9 registrados y la Autoridad de Aviación Civil está solicitando a las compañías extranjeras que completen las inspecciones antes de operar en el espacio aéreo británico. Por su parte, la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) sigue el enfoque de la FAA y se espera que las interrupciones en los vuelos en el continente sean mínimas.
En conclusión, el Boeing 737 Max enfrenta nuevamente un escrutinio por problemas de seguridad, lo que ha llevado a la inmovilización de aviones y cancelaciones de vuelos. Este incidente se suma a una serie de accidentes mortales en años anteriores, y plantea interrogantes sobre la seguridad y confiabilidad de este modelo de aeronave.
Con información de efectococuyo.com