La caravana migrante enfrenta las inclemencias del clima en el sur de México y solicita un corredor humanitario.

La caravana migrante conocida como ‘Éxodo de la pobreza’ ha enfrentado duras condiciones físicas y climáticas en su travesía por el estado de Oaxaca, en el sur de México. A pesar de esto, los aproximadamente 1.000 migrantes que la componen continúan avanzando hacia San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, en busca de ayuda humanitaria.

Los migrantes han caminado más de 30 kilómetros durante siete horas bajo el sol intenso, con temperaturas superiores a los 30 grados Celsius, en su paso por la carretera Transístmica. Ante esta situación, los organizadores de la caravana han solicitado a las autoridades migratorias mexicanas la creación de un corredor humanitario para evitar que las familias tengan que arriesgar sus vidas caminando por las carreteras.

Luis Rey García Villagrán, activista y líder de la caravana, ha expresado la necesidad de un corredor humanitario que permita a los migrantes llegar a la Ciudad de México de manera ordenada y segura. García Villagrán ha cuestionado por qué se les obliga a caminar si no se les otorgan documentos por parte del Gobierno federal.

En San Pedro Tapanatepec, las autoridades municipales han improvisado un campamento para albergar a los migrantes. Sin embargo, este campamento carece de servicios médicos y agua potable en este momento. A pesar de ello, se les ha proporcionado comida y agua embotellada, y se han entregado juguetes a los niños y niñas que viajan con sus padres.

Entre los migrantes se encuentra la familia venezolana de Natalie Padrón, quien ha mencionado que las razones por las que insisten en llegar a Estados Unidos son la salud y los tratamientos de sus hijas, así como la falta de medicamentos y oportunidades en Venezuela. Natalie, de 30 años, también busca retomar sus estudios de medicina, los cuales se vieron interrumpidos en el segundo año de la carrera.

Los activistas que lideran la caravana han anunciado que permanecerán en San Pedro Tapanatepec durante dos días, a la espera de una respuesta de las autoridades para poder viajar en autobuses y con salvoconductos expedidos por el Instituto Nacional de Migración (INM) hacia la Ciudad de México.

Esta caravana se produce en medio de un aumento sin precedentes en el flujo migratorio en la frontera entre México y Estados Unidos, donde se ha confirmado la llegada irregular de más de 2,2 millones de migrantes de enero a noviembre de 2023.