La crisis carcelaria en Ecuador continúa sin resolverse, ya que el viernes por la noche se escaparon seis reclusos de la Penitenciaría del Litoral, la prisión más grande y poblada del país. Esta cárcel se encuentra cerca de la Cárcel Regional de Guayaquil, de donde se escapó José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, líder de la organización criminal ‘Los Choneros’, el fin de semana pasado.
Desde el 9 de enero de este año, la crisis carcelaria ha dejado al menos 16 muertos y ha mantenido a 178 empleados de prisiones como rehenes, aunque algunos ya han sido liberados. Además, se ha emitido una orden de captura contra la directora de la cárcel, Nelly Cuzco Ramírez, quien ha desaparecido.
El viernes por la noche, se informó sobre la fuga de la Penitenciaría del Litoral. La policía desplegó dos helicópteros y varios drones para rastrear a los reclusos que supuestamente escaparon al saltar el muro de la torre de vigilancia ubicada detrás de la cárcel, que alberga a unos 5.300 presos. A las 23:34 horas, se informó que se habían recapturado a dos de los reos, y los operativos de seguridad continúan en toda la ciudad.
En Ecuador, hay un total de 31.321 personas privadas de libertad distribuidas en 35 cárceles, según el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI). En la provincia de Guayas, que incluye a Guayaquil, hay 12.254 reclusos en cinco recintos. La Penitenciaría del Litoral y la Cárcel Regional son las prisiones más pobladas de Ecuador, con un total de 10.000 presos.
Según Diana, una mujer cuyo hijo está encarcelado en la Cárcel Regional, “los presos son quienes mandan en las cárceles”. Ella ha intentado visitar a su hijo, pero las visitas han sido suspendidas desde el martes. Diana también mencionó los 178 funcionarios de prisiones que están retenidos en seis cárceles, donde se han registrado motines simultáneos y tres presos han fallecido.
Para abordar el poder que ejercen los delincuentes dentro de las cárceles, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, tiene planes de construir dos centros de reclusión inspirados en los modelos de México y El Salvador, diseñados para retener a narcotraficantes y pandilleros. Estos centros tendrán capacidad para 736 presos y contarán con dispositivos para inhibir la señal celular y satelital, entre otras medidas de seguridad.
Aunque en la mañana del viernes se informó de “total calma, sin motines ni intentos de fuga” en las cárceles de Guayaquil, la situación cambió con la última fuga. Durante el día, los familiares de los reclusos entregaron alimentos y medicinas, pero las visitas están restringidas. Alrededor de las cárceles de Guayaquil, hay un aumento en el número de militares y policías fuertemente armados para garantizar la seguridad, pero la corrupción sigue siendo un problema.
“Está comprobado que las bandas delictivas tienen el control de las cárceles, se han encontrado lujos como PlayStation, celulares con internet, whisky, aires acondicionados y televisores en las celdas de los líderes de las bandas”, dijo un miembro del Ejército. En el caso de ‘Fito’, se sabe que cobraba al menos 10 dólares semanales a cada preso. Además, en la Penitenciaría del Litoral se encontró una piscina con tilapias de exportación y se descubrieron perros, patos y torres de vigilancia construidas por los propios reclusos.
La crisis carcelaria en Ecuador continúa representando un desafío para las autoridades, quienes buscan soluciones efectivas para mantener el control y garantizar la seguridad tanto de los reclusos como del personal penitenciario.
Con información de efectococuyo.com