El fiscal ecuatoriano encargado de investigar el asalto armado a un canal de televisión en Guayaquil fue asesinado a tiros este miércoles en medio del “conflicto armado interno” declarado por el Gobierno de Ecuador para combatir la creciente violencia desatada por grupos del crimen organizado.
La Fiscalía confirmó la muerte del fiscal César Suárez, quien recientemente había interrogado a los trece detenidos por la toma del canal TC Televisión el 9 de enero. Durante el asalto, el grupo armado irrumpió en el canal con armas y mantuvo secuestrados a los empleados mientras la emisión se transmitía en vivo.
Según informes locales, Suárez fue perseguido por desconocidos al salir de las oficinas de la Fiscalía y fue asesinado a tiros dentro de su automóvil en el norte de Guayaquil.
Suárez estaba a cargo de casos relacionados con narcotráfico, terrorismo y delincuencia organizada. Un día antes de su muerte, había solicitado protección policial después de interrogar a los trece involucrados en la toma del canal, incluidos dos menores de edad.
Los once adultos involucrados en el asalto fueron enviados a prisión preventiva, mientras que los dos menores fueron trasladados a un centro de internamiento.
El grupo armado responsable de la toma del canal se cree que pertenece a la banda criminal conocida como ‘Los Tiguerones’, según la Policía.
La fiscal general del Estado, Diana Salazar, condenó el asesinato del fiscal Suárez y afirmó que la lucha contra los grupos del crimen organizado continuará sin cesar.
Salazar instó a las fuerzas del orden a garantizar la seguridad de los funcionarios y solicitó al Consejo de la Judicatura que permita que las audiencias judiciales relacionadas con el crimen organizado se realicen de forma telemática.
La Fiscalía ha iniciado las primeras investigaciones sobre el asesinato de Suárez y expresó sus condolencias a la familia del fiscal, asegurando que su legado continuará inspirando la lucha del Ministerio Público contra el crimen.
El 9 de enero se produjeron varios actos de violencia en diferentes partes de Ecuador, como el secuestro y asesinato de policías, explosiones de artefactos, incendio de vehículos, motines en cárceles con alrededor de 200 rehenes (que ya fueron liberados) y la mencionada toma del canal de televisión por parte de un grupo armado.
Estos hechos ocurrieron en un momento en que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se preparaba para implementar un plan de “mano dura” para recuperar el control de las cárceles, muchas de las cuales están dominadas por bandas del crimen organizado. Desde 2020, más de 450 presos han sido asesinados en una serie de masacres carcelarias entre grupos rivales.
Esta violencia también se ha trasladado a las calles, donde Ecuador ha escalado en los últimos años para convertirse en uno de los países más violentos del mundo, con alrededor de 45 homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes en 2023, año en que fue asesinado el candidato presidencial Fernando Villavicencio.
En respuesta a la situación, Noboa decretó la existencia de un “conflicto armado interno” contra las mafias del crimen organizado, principalmente dedicadas al narcotráfico, a las que ha catalogado como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales que deben ser neutralizados por las fuerzas del orden.
A pesar de que la situación parecía haberse calmado y los ecuatorianos buscaban recuperar la normalidad, un guardia de prisiones fue asesinado el martes en la provincia amazónica de Sucumbíos y el miércoles se produjo el asesinato del fiscal César Suárez.
Con información de efectococuyo.com