El Papa Francisco reafirmó hoy su postura sobre la bendición a parejas homosexuales o en situación de irregularidad para la Iglesia, insistiendo en que “no se bendice la unión, sino simplemente a las personas que juntas lo han solicitado”. El pontífice hizo estas declaraciones al recibir a los miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, cuyo responsable, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, redactó el documento que autoriza estas bendiciones.
Según Francisco, el propósito de estas bendiciones pastorales y espontáneas es mostrar la cercanía del Señor y de la Iglesia a aquellos que, en diferentes situaciones, piden ayuda para continuar o iniciar un camino de fe. El Papa destacó dos aspectos importantes en relación a estas bendiciones: que no se requiere una perfección moral para recibirlas y que no se bendice la unión, sino simplemente a las personas que la solicitan.
Recientemente, los obispos africanos expresaron su desacuerdo con la posibilidad de bendecir a parejas del mismo sexo en el continente, argumentando que esto causaría confusión y contradeciría el espíritu cultural de las comunidades africanas. Cabe destacar que más de treinta países africanos criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo, siendo la mayoría de estas leyes herencia de la época colonial.
En su discurso a los miembros del ex Santo Oficio, el Papa enfatizó la primacía de la persona humana y la defensa de su dignidad por encima de cualquier circunstancia. Asimismo, adelantó que se está trabajando en un documento sobre este tema en la Doctrina de la Fe y expresó su esperanza de que ayude a la Iglesia a estar siempre cerca de aquellos que luchan por defender los derechos de los más vulnerables.
El Papa Francisco también aclaró en una reunión a puerta cerrada con el clero romano que estas bendiciones no cambian la doctrina del sacramento del matrimonio entre un hombre y una mujer, y que se bendicen a las personas, no al pecado.
Con información de efectococuyo.com