Del fraude electoral al legalismo autocrático Por Braulio Jatar : Por años la oposición ha denunciado las prácticas autoritarias del régimen de Maduro.
También ha evidenciado el grosero ventajismo electoral, abusando del poder sin pudor para maquillar unas elecciones que no son ni transparentes, ni libres, ni en igualdad de condiciones.
El legalismo autocrático
Ahora nos enfrentamos a un nuevo episodio, con la agravante de que un sector de la oposición es cooperante necesario para ello, dando pie al surgimiento del “legalismo autocrático” tal y como lo denomina en su libro el autor Javier Corrales y más recientemente el Dr. José Ignacio Hernández en su valioso artículo en el portal digital “La Gran Aldea”.
El abogado Gerardo Blyde, representante por 8 años de la oposición en las distintas negociaciones con el régimen en Venezuela, junto a otros, ha construido un sistema de impugnación de las ilegales inhabilitaciones políticas que ha entrampado a María Corina Machado, candidata unitaria opositora. La han envuelto en una maraña, cual red de araña, de la que una vez entras solo se garantiza la muerte de tus derechos políticos.
El ejemplo de este “legalismo autocrático” es este juicio fabricado por los negociadores para someter a Machado a un contrahecho procedimental para levantar su inhabilitación política. El asunto contenía todos los elementos de la arbitrariedad judicial.
Por ejemplo, se fijó de forma caprichosa el 15 de diciembre como fecha límite, sin sustento jurídico alguno. Además, se limitó solo a aspirantes presidenciales, violando la igualdad ante la ley. Asimismo, se desconoció el derecho a representación legal, obligando a Machado a presentarse de forma personal.
Lo más absurdo es que este “legalismo autocrático” no nace de la Constitución o las leyes del estado, como es el caso de otras dictaduras, sino de los propios acuerdos y procedimientos que el régimen y ciertos sectores de la oposición, han ideado en diversas negociaciones que solo ellos validan.
Bastaba que la contraloría lo anulara
De esta manera, en lugar de ceñirse a las normas vigentes que le hubiesen permitido revocar su inhabilitación por vías administrativas, con fundamento tanto en la Constitución Nacional como en leyes como la de Contraloría u otras leyes orgánicas, por el contrario, se vio forzada a legitimar un procedimiento arbitrario e ilegal y someterse a una institución denunciada por ella y la comunidad internacional.
Insistimos que bastaba que la Contraloría revocara bajo el principio de auto tutela su inconstitucional e ilegal decisión, para que la candidata unitaria recuperara sus derechos políticos, pero los negociadores prefirieron inventarse uno de anclajes arbitrarios.
¿Blyde el candidato de consenso?
Ahora Blyde y sus compañeros en la negociación nos amenazan que seguirán insistiendo en llevar a María Corina Machado al mismo tejido arácnido con sus hilos de “legalidad autocrática”, en el cual quedará nuevamente atrapada.
De seguir estas negociaciones al estilo de la historia sin fin, no sería descabellado que gobierno y la llamada Plataforma Unitaria terminen designado a Gerardo Blyde como candidato de la oposición.
Quienes llevan años denunciado la farsa de estos diálogos sin resultados, tendrán que asumir su responsabilidad ante la historia por no haber sabido anteponer la voluntad popular a la de unos pocos operadores políticos.