El presidente Nicolás Maduro ha anunciado que la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que operaba en Caracas, no será reabierta hasta que la organización rectifique y pida disculpas públicamente. Maduro expresó su descontento durante la emisión de su programa Con Maduro+ el lunes 19 de febrero, acusando a la oficina de desviar sus labores y convertirse en un espacio para el espionaje interno.
Según Maduro, la oficina se convirtió en un bufete de abogados de terroristas y golpistas en Venezuela, y la gota que colmó el vaso fue su reciente afirmación sobre un caso, aunque el presidente no mencionó directamente a quién se refería. Además, acusó a los funcionarios de la oficina de colonialismo judicial por solicitar visitas a detenidos y revisar expedientes.
Maduro elogió a las instituciones chavistas por responder efectivamente y expulsar a los funcionarios de la oficina del Alto Comisionado de DDHH. Aseguró que hasta que la oficina no rectifique, pida disculpas públicas y respete, no volverán al país. Sin embargo, aclaró que esta expulsión no afectará el cumplimiento de las obligaciones de Venezuela con las Naciones Unidas.
¿Qué solicitó la Oficina de Derechos Humanos en Venezuela y para quién?
El pasado 13 de febrero, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos exigió la liberación inmediata de la activista y presidenta de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, quien fue detenida el 9 de febrero. La oficina expresó su preocupación por su detención, calificándola como desaparición forzada.
El 15 de febrero, la Oficina reiteró su demanda de respeto al derecho a la defensa de San Miguel e instó a su liberación inmediata. A través de un comunicado en inglés, la Oficina confirmó conocer el paradero de San Miguel y su lugar de detención, pero recordó que ella tiene derecho a un debido proceso y a la defensa legal.