Estados Unidos ha hecho un llamado a los países latinoamericanos para que presionen al gobierno de Nicolás Maduro y garanticen que las elecciones presidenciales programadas para el 28 de julio en Venezuela sean libres y democráticas.
Durante una charla, Brian Nichols, encargado para América Latina del Departamento de Estado, expresó su preocupación por la situación en Venezuela, calificando los plazos establecidos por el Consejo Nacional Electoral como “ajustados”. Nichols también señaló que los esfuerzos internacionales para promover elecciones democráticas en el país no han sido suficientes para motivar a Maduro a realizar reformas debido a la percepción de riesgo para su gobierno.
Ante esta situación, la Administración de Joe Biden trabajará en colaboración con la oposición venezolana y otros países de la región para determinar posibles respuestas en caso de que las elecciones en Venezuela no cumplan con los estándares democráticos.
En este contexto, Nichols destacó la importancia de que los países vecinos de Venezuela, como Colombia, Brasil y Guyana, continúen transmitiendo el mensaje de que los venezolanos merecen un sistema electoral transparente y justo para elegir a sus líderes.
Estados Unidos levantó sanciones sobre Venezuela en noviembre pasado con el objetivo de promover elecciones democráticas en el país. Sin embargo, la inhabilitación política de la candidata de la oposición, María Corina Machado, confirmada recientemente por la Justicia venezolana, ha generado preocupación.
Según el calendario establecido, las organizaciones políticas tienen hasta el 25 de marzo para presentar a sus candidatos, mientras que el oficialismo, representado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), deberá proclamar a su candidato el 15 de marzo, con la expectativa de que Maduro busque un tercer mandato presidencial.
Con información de efectococuyo.com